Las páginas de mi vida
se han quedado en blanco,
ya no tengo quien escriba
en mi corazón desolado,
ni quien pinte de colores
los lienzos amontonados,
guardados los pinceles
en un cajón relegados,
empolvadas las ilusiones
se han quedado en el olvido,
se han esfumado,
se han ido,
y el libro se ha cerrado
sin terminar de escribirlo.
No, Elda. Tú sigues, y mientras recuerdes, él está con todos esos botes de óleo, buscando en el aire, en el viento. Arrastras un verso que te dice que luches, una sonrisa que lo confirma. Vivirás siempre porque eres de los buenos...
ResponderEliminarMe alegra mucho tu visita y comentario Enrique.
ResponderEliminarBonitas palabras las que me dejas.
Muchas gracias y un abrazo.