Como alcohol trepas a mi cabeza,
embriagas mi corazón
y adormeces mis tristezas.
Eres el acicate de mis pensamientos
que estimula las sensaciones,
la cúpula azul de mi tejado
para cubrir las emociones,
y el tapiz verde para mis pies descalzos.
Eres el encaje de seda que adorna mi alma
y me viste de abrazos.
Eres cada latir de mis dedos
los que me hacen escribir desatinos,
quimeras, fantasías y sueños.
Eres alguien que cada día
crece en mi corazón de invierno,
sembrando de primaveras
los campos de mi piel…