Mis humildes y sencillas letras, son las hojas de mi otoño tardío cuando comencé a lagrimear tinta sobre pensamientos huérfanos, desgranando amores y fantasías en la soledad de mis horas.



*Hacer versos malos, depara más felicidad que leer los versos más bellos* Hermann Hesse

*Soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabras de lo que digo* Oscar Wilde

LO QUE SE ESCRIBE AQUÍ, NO TIENE PORQUE SER BIOGRÁFICO,
LOS PENSAMIENTOS Y LA IMAGINACIÓN, SON LIBRES COMO EL VIENTO
🍂 SI LA EXPLICAS, LA POESÍA SE VUELVE BANAL, MEJOR QUE CUALQUIER EXPLICACIÓN, ES LA EXPERIENCIA DIRECTA DE LOS SENTIMIENTOS QUE CADA CUAL EXPERIMENTE... Pablo Neruda

27.5.19

Sencillo y preciso

Si te miro,
y presiento que me has dejado
a la orilla de tus pensamientos
y no soy el principio de tus anhelos,
se romperán mis palabras
y las letras caerán por el precipicio
de la desilusión. 
Si noto que el viento con tus caricias
no roza el cristal de mi ventana,
y la guitarra de abril ha enmudecido su voz, 
entonces,
mi cariño por ti se fundirá como el hielo.
Ya no serás el que ocupa mis pensamientos
porque si tú te alejas, yo me alejo,
y te olvidaré veloz en el tiempo,
sencillo y preciso
como jaque mate en el tablero.

Si alguna vez apareces en la estrellada noche, 
no me busques, no me encontrarás,
estaré paseando por la vereda de lo invisible
buscando luciérnagas
para iluminar mi jardín crepuscular,
mientras el aire me besa la boca
y revolotea en las hebras de mi pelo.
Tu ausencia, se tornará en un simple recuerdo
y la memoria cuando me hable de ti,
no me dirá nada,
porque entre tus labios y mis labios,
habrá ciudades con sus campos, ríos y montañas
donde se esconde la solemnidad del olvido. 

19.5.19

Palabras

Líneas en el agua,
escritas con palabras de papel
van surgiendo en una tarde estival de caricias,
y vacía de caricias es
perdidas en un mar de sensaciones.
Corazones flechados sin herida
que sangran palabras azules
y secan en el trayecto 
antes de llegar a su destino,
porque son huecas
o están escritas en el viento.

Palabras mojadas
por una lluvia incesante de pensamientos
que se deshacen en la huella de unos pasos.
Palabras, solo palabras.
Palabras tatuadas en el agua, 
en la ladera de los montes nevados, 
en la playa barrida por el mar,
palabras falaces con voz y sin hechos
que se borran en un amanecer claro.

Te he visto pintado en un papel y te recuerdo
como se recuerdan las flores blancas
dibujadas en un cuaderno.

Quedó tu aroma de limonero
pegado hondo, 
donde se guardan las ilusiones
de los momentos perfumados,
y cuando pronuncio tu nombre
en el silencio,
la noche se alarga y me quita el sueño,
pero solamente si en el papel te veo
con un poema en la boca cantando al viento.

Palabras, solo palabras,
las que entretienen y llenan renglones
mientras las agujas del reloj
ponen un telón de estrellas a la tarde,
vacía de sensaciones.

12.5.19

Sin abrir los labios

Quiero hablarle al viento,
porque él escucha
sin juzgar ni dar consejos,
con su gran oído
donde caben todas las incoherencias
silenciadas por su sonido,
con la certeza que allí quedarán
disueltas en el aire
como nubes que se desvanecen
en la claridad de un encuentro.
Quiero hablarle al viento
y decirle que soy la amiga del silencio
gritando en la soledad
de un mar complejo.
Colores diversos,
emociones múltiples,
sentimientos agrupados y revueltos,
serenidad extrema,
y una calma de brisa fresca
como el mar cuando besa la playa
en un ocaso estival.

Y todo ello, sin abrir los labios,
y en el fluir de unas horas sin reloj
donde el minutero se duerme
en el vaivén de un sí, no, o quizás.

Me quedo atenta a las percepciones
en el punto y aparte,
y percibo una sensación,
creo que estás intentando
irrumpir entre mis renglones
para robar mi quinto pensamiento,
pero, hoy no será
porque lo siguiente ya es,
el punto y final.

5.5.19

Historieta, chascarrilo, ¡vaya usted a saber!

Quédate conmigo
rosa de los vientos,
¡ me dijo!
No le creí, se lo noté en los ojos.
Unos ojos de gran tamaño
de color amable y filibustero.
Era como el pirata
que rodea la costa de los sentimientos
y después ataca con su verbo,
ondulando el sentir del oyente
y tintando de colores las palabras al viento,
las que entran en los poros de la piel
y soterran el entendimiento.

-Me quedaría- le dije.
Y mis palabras sonrientes volaron en el aire
como las hojas de un otoño
coloreando la figura de su paisaje.
Le pasé con amabilidad la mano por su ego
y quedó ensimismado 
contemplando su propio yo,
y de esta manera
investigué en su corazón.
Vi un viejo camino
poblado de ecos nostálgicos
donde solo habitaba la soledad…
Sentí ternura por él,
y besé sus labios de todas,
y de nadie.

Di la vuelta y seguí revoloteando
entre palabras fugaces,
las que entretienen mi sentir
cuando la mente quiere jugar a escribir
dirigiendo los sueños,
mientras caen de bruces las horas
y me doy cuenta que se ha hecho tarde,
y esta minúscula historia desaparece
entre mi pupila y el papel.