Quiero hablarle al viento,
porque él escucha
sin juzgar ni dar consejos,
con su gran oído
donde caben todas las incoherencias
silenciadas por su sonido,
con la certeza que allí quedarán
disueltas en el aire
como nubes que se desvanecen
en la claridad de un encuentro.
Quiero hablarle al viento
y decirle que soy la amiga del silencio
gritando en la soledad
de un mar complejo.
Colores diversos,
emociones múltiples,
sentimientos agrupados y revueltos,
serenidad extrema,
y una calma de brisa fresca
como el mar cuando besa la playa
en un ocaso estival.
Y todo ello, sin abrir los labios,
y en el fluir de unas horas sin reloj
donde el minutero se duerme
en el vaivén de un sí, no, o quizás.
Me quedo atenta a las percepciones
en el punto y aparte,
y percibo una sensación,
creo que estás intentando
irrumpir entre mis renglones
para robar mi quinto pensamiento,
pero, hoy no será
porque lo siguiente ya es,
el punto y final.
En ese buen monologo, donde el interlocutor no marca pautas, ni pone excusas, como bien dices ELDA, cabe todo y todo es asumido tal cual…y en ese macro oído los sonidos recogidos de cualquier timbre o melodía tienen cabida y son bien acogidos…para que no pese su carga informal o desdibujada o perlada de minúsculos tentáculos que nada sujetan ni nada desperdician…aplaudo la formula…Feliz domingo.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues no, no tenía intención de robarte nada hoy... Ni el quinto ni el punto y final. Pues de caminar, todavía queda un largo trecho.
ResponderEliminarAbrazos Elda.
PD: Muy original, fresco y suelto!
Cuando intentas gritar en silencio o al viento...es por mucha rabia o tensión acumulada...una forma de desahogo que al menos nos permitimos tener.
ResponderEliminarEres muy buena escribiendo y ese punto y final aún queda mucho tiempo por ponerlo.
Un besote preciosa.
Yo, yo me quito el sombrero porque sería imposible agregar o comentar lo que tan maravillosamente plasmas. Elda querida, me has puesto la piel de gallina!!
ResponderEliminarUn abrazo grande y feliz semana,
Demasiado profundo para un marciano :-). Es broma. Hola Elda, la verdad es que es admirable como juegas con las palabras y consigues emocionar a través de ellas. Ese quiero hablarle al viento tan bonito podría haber comenzado cada estrofa y nunca hubiera cansado. Preciosa también la imagen de portada.
ResponderEliminarUn gran abrazo artista.
Sin abrir los labios, has dicho mucho y hasta me parece que tienen destino tus palabras, y que el viento las escuche y no responda es normal, pero puede haber quien te quiera responder...
EliminarAlgún caballero puede estar golpeando a tu puerta.
mariarosa
Muy bonita tu forma de expresarte.
ResponderEliminarUn placer leer tus poemas.
Un beso.
Hola Elda, Precioso poema, el viento siempre inspiardor de sentimientos, dejemos hablar al viento, desde mi soledad, que comparte conmigo esta soledad, que no se aleja y siente la melancolía en cada trozo de aire del recuerdo que no vuelve.
ResponderEliminarUn abrazo...
Al viento se le puede hablar de muchas formas pero pocas como lo haces tú en este bello poema. Siempre es un placer leer tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Cuántas veces le hablamos al viento sin respuesta por su parte!
ResponderEliminarTe felicito y te admiro.
Un abrazo.
Hola, Elda.
ResponderEliminarBellos versos que sin abrir los labios brotan de tus pensamientos.
Es un placer leerte. Me encanta.
Besos.
¡Hola Elda!
ResponderEliminarHoy nos dejas un precioso poema y profundo a la vez, le hablas al viento y gritas a la soledad… Sabes, me parece un mosaico de bellas metáforas de variados sentimientos que el alma expresa a través de tu linda pluma; me quedo con esta estrofa que me parece dice mucho con pocas letras.
Y todo ello, sin abrir los labios,
y en el fluir de unas horas sin reloj
donde el minutero se duerme
en el vaivén de un sí, no, o quizás.
En ella se percibe un cierto vaivén de inestabilidad que perturba el sosiego en el alma. ¡Igual me equivoco! Si es lo que yo intuyo, adelante siempre, que la vida son dos días, tenemos una sola y nadie nos regala otra, por lo tanto, a vivir cada momento como si fuera el ultimo.
Ha sido un placer leerte, gracias por compartir tu sentir.
Un brazo grande y mi inmensa gratitud.
Se muy, muy feliz.
Hola he pasado a saludarte ya que a los dos nos gusta la poesia te paso mi blog por siquieres criticar.
ResponderEliminarhttp://anna-historias.blogspot.com/2019/05/me-lo-dijiste-pero-no-te-escuche.html?m=1.
Gracias.
Besos
Muy contundente, enhorabuena.
ResponderEliminarBesos.
Feliz semana y finde.
Olá, Elda!
ResponderEliminarA minha amiga poetisa edita mais um belo poema, "Sin abrir los labios", iniciando o seu canto com a manifestação do desejo de falar com ovento, que a escutará e dará seus conselhos, como segue:
"Quiero hablarle al viento,
porque él escucha
sin juzgar ni dar consejos,
con su gran oído
donde caben todas las incoherencias"
Parabéns pelo inspirado poema!
Um ótimo final de semana, Elda.
Beijo.
Pedro
Dejar fluir la palabra que nos dicta el pensamiento para que la lleve el viento. Si mover los labios, en silencio. Recónditos pensamientos que alivian el alma, tristes, gozosos, añorados todos. Momentos místicos para las confesiones que solos nos hacemos... y que se ha de llevar el viento.
ResponderEliminarPerdona Elda, pero tus hermosos poemas siempre me dan mucho que pensar.
Un abrazo y buen finde.
Como te comprendo amiga Elda, yo tengo esa costumbre de hablar al viento, y a veces hasta gritar pero más cuando camino cerca del mar, allí mi soledad es elegida, y me encanta que nada me perturbe. Como me ha gustado leerte. Un beso.
ResponderEliminarInfinitas gracias a todos por tener la amabilidad de leerme y comentar.
ResponderEliminarCálidos abrazos.
Nada se deja al azar y menos el pensamiento que fluye en los pliegues del silencio
ResponderEliminarque lo recoge el viento y siguen vivas esas voces que hacen al que escribe libre de ataduras
y de saber en qué momentos reencontrar el hilo de su voz---
Besos.
Recordé algo que leí por ahí: " Él le colocó puntos suspensivos a la historia ... y ella borró dos."
ResponderEliminarLos pensamientos son como el viento, dispersos.
Abrazos.