Estuve un tiempo jugando con la luna,
mirándola y preguntándole de amores olvidados,
me contagió su magia
y volé hacia ella metiéndome en su cuna.
Allí me balancee suspirando
alientos de otros labios
mirando el traslucir de las estrellas,
ojos imaginarios que me mimaban con amor.
Hoy se rompió el balancín,
la luna se ocultó,
y yo caí de bruces en el mar de la desilusión.
Nado hacia la orilla
pero la noche es oscura,
tengo los brazos dormidos
y el corazón destrozado al caer de tanta altura...
El cielo se abre y brota una mano que me ayuda;
es mi amor que murió dejándome desnuda.
Me acurruraré en el hueco de su mano
porque él, me llevará a buen puerto...