
Cielo claro en la oscuridad de la noche.
Tras los cristales, las luces apagadas,
todo duerme en el silencio.
Solo las farolas alumbran la calle desierta
con el frío que se aprecia en su reflejo.
Las ramas desnudas se cimbrean perezosas
al son de una guitarra imaginaría.
Los semáforos siguen bailando sus luces
a todo lo ausente
mientras se acerca la madrugada.
Unos ojos cansados de mirar el insomnio,
otean este paisaje urbano sin color
esperando al sol que vista de matices
la alborada.
¡Y otro día más sobre la piel
deseosa de descansar en la noche!.
Deseosa de descansar cuerpo y mente,
deseosa de descansar los pulsos
que laten a un ritmo sin son
mas allá del pensamiento,
donde la imaginación entretenida,
coge margaritas gastando horas de sueño..
donde la imaginación entretenida,
coge margaritas gastando horas de sueño..
Mañana será otro día y quizás,
duerma profundamente en la oscuridad
si las palabras sin voz, no hablan,
y la imaginación termina de coger flores.
y la imaginación termina de coger flores.