Mis humildes y sencillas letras, son las hojas de mi otoño tardío cuando comencé a lagrimear tinta sobre pensamientos huérfanos, desgranando amores y fantasías en la soledad de mis horas.



*Hacer versos malos, depara más felicidad que leer los versos más bellos* Hermann Hesse

*Soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabras de lo que digo* Oscar Wilde

LO QUE SE ESCRIBE AQUÍ, NO TIENE PORQUE SER BIOGRÁFICO,
LOS PENSAMIENTOS Y LA IMAGINACIÓN, SON LIBRES COMO EL VIENTO
🍂 SI LA EXPLICAS, LA POESÍA SE VUELVE BANAL, MEJOR QUE CUALQUIER EXPLICACIÓN, ES LA EXPERIENCIA DIRECTA DE LOS SENTIMIENTOS QUE CADA CUAL EXPERIMENTE... Pablo Neruda

26.1.24

La Flor

 

La flor... 
de, Hermann Hesse

Por la verde ronda de hojas ya se asoma
con temor infantil, y apenas mirar osa;
siente las ondas de luz que la cobijan,
y el azul incomprensible del cielo y del Verano.
Luz, viento y mariposas la cortejan; 
abre con la primera sonrisa su ansioso corazón
hacia la vida, y aprende a entregarse
como todo ser joven, a los sueños.

Elda

Pero llega el invierno y sus pétalos marchitan.
Las verdes hojas que le servían de cobijo, caen
haciendo alfombra a las hormigas
que una tras otra buscan refugio.
Todo fenece en un oscuro cielo
que anuncia el tiempo sombrío,
donde todo lo joven se hace viejo;
una edad ya presentida.
Y sueña a la cálida luz del mediodía
el renacer de una nueva primavera
donde entibiar sus aristas doloridas.

Una tímida sonrisa mantiene en el horizonte,
pues tras él, 
llegará el secreto de otro tiempo cálido
donde el fuego del placer renovará la sabia
y los sueños darán vida.
Y volverá la luz, el viento y las mariposas
a cortejar su primera sonrisa,
comenzando así un nuevo ciclo.
Y volverá el sol a brillar 
dando tibieza a todo ser vivo
con la plenitud del estío.

19.1.24

Te recuerdo...


Volveré a pensarte como lo hice aquel día
que mis sentimientos se detuvieron en tus ojos
chispeantes cual noche estrellada.
Ojos grandes, pícaros y bondadosos,
donde me refugiaba cuando del paisaje,
no veía los colores 
y tú, me arropabas con tu manto de consuelo
reflejando tu gracia hasta que sonreía.

Algunas veces me llamas sin voz,
y yo te respondo con el pensamiento
mientras veo como pasa la vida.
Esta vida a la que tanto aprecio
aunque tú no estés,
pero todos los días en cualquier instante,
te recuerdo, 
porque fuiste la armonía
en el camino de mi pasado
 y, de aquel presente,
hasta que el cielo crujió
y el alba se detuvo en una noche
oscura y fría.

 

12.1.24

Simplemente sensaciones

 

Me envuelvo en esta música deliciosa,
y la levedad me invade.
Pongo atención en la belleza
de sus notas, 
pero por mucho que intento
no logro ponerle palabras 
a mis pensamientos
al no hallar la forma de expresar.
Quiero acariciarlas
pero no se dejan,
están esquivas 
y se esconden con facilidad.

Pero si puedo decir,
que siento una sensación tan agradable
que me eleva.

Cierro los ojos,
y el sonido de la guitarra me enamora.
Acordes sutiles y armoniosos
vibran en mis venas,
haciendo que la sangre fluya
y baile serenamente al compás. 

Abiertos todos los sentidos
la guitarra habla, y yo,
silencio las pocas palabras que me quedan,
mientras deslizo los dedos por el teclado
de un piano imaginario
sin pulsar las teclas,
y pongo punto y final...
cuando la melodía cesa.

4.1.24

Dueto con estrofas de un amigo: T & E (Redondillas)

 


T
No tengas celos mi niña
ni me llores sin motivo,
no pienses que soy furtivo
y bebedor de otra viña.

E
Celos, ¿cómo  no tener
si te vas todos los días
a las horas que son mías
y tardas tanto en volver?.

T
Aunque salgo por las noches
y me pierdo en callejones,
no existen otras razones
que el temor a tus reproches.

E
La verdad que no te creo
al ser hermoso galán,
las mujeres detrás van
aunque yo nunca las veo.

T
¡Pero con rabia me miras!.
¿Qué si bebo a todas horas?
¿Qué si busco otras señoras...
¡Mentiras, sólo mentiras!

E
Perdona cariño mío
pero labia tienes mucha
y mi corazón no escucha
piensa que tu amor es frío.

T
Que no quiero a nadie más
ni aunque me ofrezcan el oro,
contigo tengo un tesoro
y me sobran las demás.

E
Me cuesta mucho creerte.
Esta estrofa es un tesoro
cuando la leo te adoro
y solo pienso en quererte.