Besa el mar a la playa
y yo, la miro con envidia
deseando fueran tus labios
acariciando mis pupilas.
¡Ah dulce visión!
que me hace soñar contigo,
anhelando tu presencia
allá, en un rincón infinito,
donde solo llegue la luna
y cubra con fina bruma
este amor que es un delito.
Cierro mis ojos al sol
y pienso que soy gaviota,
volando en el azul de tus mares
para mecerme entre las olas
y morir en tus altares.
Se queman mis pensamientos
en este día de brillos,
y veo que te alejas silente
sin alcanzar mis delirios.
¡Ah dulce visión!
que me hace soñar contigo,
con efecto de dulce sabor
y pena, en el corazón mío…