Mis humildes y sencillas letras, son las hojas de mi otoño tardío cuando comencé a lagrimear tinta sobre pensamientos huérfanos, desgranando amores y fantasías en la soledad de mis horas.



*Hacer versos malos, depara más felicidad que leer los versos más bellos* Hermann Hesse

*Soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabras de lo que digo* Oscar Wilde

LO QUE SE ESCRIBE AQUÍ, NO TIENE PORQUE SER BIOGRÁFICO,
LOS PENSAMIENTOS Y LA IMAGINACIÓN, SON LIBRES COMO EL VIENTO
🍂 SI LA EXPLICAS, LA POESÍA SE VUELVE BANAL, MEJOR QUE CUALQUIER EXPLICACIÓN, ES LA EXPERIENCIA DIRECTA DE LOS SENTIMIENTOS QUE CADA CUAL EXPERIMENTE... Pablo Neruda

27.2.15

¿Y después qué?


La idea de este poemilla, surgió del contenido de un poema, con mayúsculas, que leí de nuestro poeta alicantino Antonio Porpetta... título: Interrogante Final, de uno de sus libros, Ardieron ya los sándalos. Espero que copiar la idea, no sea un plagio...

¿Y después qué?
cuando las libélulas se apaguen y se pierda su rastro,
cuando las flores dejen de adornar el iris de nuestros ojos,
cuando la alondra triste cierre el pico y deje su canto.
¿Donde nos encontraremos?
Quizás en el humo profundo que besa a las nubes,
en el arco iris del horizonte que acaricia el mar,
en la lluvia lenta de azules reflejos,
en las huellas de un verde prado,
o flotando en la laguna, 
cuenca de una llanura en los altos.
En los sueños pasados y presentes,
allí, con una silueta sin cuerpo nos encontraremos,
escuchando la melodía 
de aquello que dejamos detrás del final,
Y al fin, podremos en el resplandor de otro universo, 
amarnos.

¡Ah tus ojos, tus manos!
¡Ah tu piel, 
donde quise sembrar amores
y no encontré los surcos de tu campo!.
¡Ay amor!
susúrrame romances antes del después.



21.2.15

Siempre hay motivos

Te viste sembrada en la tierra antes de morir, 
porque tu medio corazón
entró a formar parte de ella,
pero renaciste, 
y aún con tallos débiles se formó
un ramaje con la fuerza de la savia
que corría por tus moradas venas,
y se elevaron para exprimir el sol 
y absorber la lluvia de la noche serena.

Las ramas ya están cuarteadas
y las hojas amarillean,
pero todavía de su extremo
cuelga un fruto llamado:
amor por la vida…
que caerá un día cualquiera,
y será abono para la tierra que te vio renacer.

15.2.15

Algo se ha perdido

Se ha perdido el norte en la bruma,
en los labios se callaron las palabras
acicate embriagador de tu persona.
Los sentimientos se fueron,
el corazón está vacío de amor
y quiere vestir de duelo.
Vacíos se quedan los dedos,
en el pensamiento letras desordenadas,
la tinta seca en el tintero,
la pluma escribiendo bobadas.

En el pliegue de su vestido
amables las mariposas vuelan
departiendo guiños de colores,
igual en el verbo antiestético
que en las más bonitas flores.

Ya todo da lo mismo 
cuando visita la apatía,
no importa el colorido
ni la hermosa melodía.
Todo se vuelve medio ocre…
los sueños, las fantasías,
al faltar en el corazón amor
y en las letras poesía.

Me desmayo cual las flores
cuando en la noche muere el día,
y tú sin decirme nada,
aunque sean utopías.


8.2.15

Ese viento me enamora

Ernesto Garcia Pena 35 Arte Pintura Original Acrilico Tela
pintura de Ernesto García Pena

Te volviste viento, 
entre las amapolas de mi mente.
Allí sembraste esporas de colores
que prendieron, y prendieron
como en la estopa prende el fuego.

A veces me aborda un perfume,
lo huelo, lo siento,
me estimula, me enamora,
y sin darme tiempo,
desaparece como en el sol, la aurora.

Mueves las hojas de mi tronco estrecho
suave y dulcemente, 
con la precisión del colibrí 
picoteando en movimiento.
¡Ah,  amor! 
Tanto y tan poco que no te veo.
Ven, y ven en silencio,
te espero a la luz del candil
entre los encajes de mis sentimientos,
y muéstrame tu mirada nocturna,
la que le gusta a la luna,
la que me roba la noche azul,
la que se lleva los besos inventado siendo míos, 
cual viento que golpea la ficción
con sus manos vagabundas,
en esta vida paralela sin línea al lado.

Ven, y ven en silencio,
cuando la noche vista mil colores.

3.2.15

Imaginó un viaje azul


Imaginó un viaje azul mientras esperaba el tren.
Llegaría a la hora justa, entre un halo de ilusión y de impaciencia por conocerle a él, ese amor platónico que tenía idealizado, pues según la fotografía que le envió pudo comprobar que físicamente no era su tipo; pero le miraba ¡tanto! todos los días, que llegó a quererle de aquella manera. Le imaginaba encantador con una personalidad arrolladora, la misma que le había mostrado con sus palabras galantes, halagadoras y llenas de armonía, susurrando en sus letras pinceladas de amor.
Ella sabía que no era suficiente, pero pensó que a él le sucedería lo mismo cuando pensara en ella.

Elegante y coqueta, con la mirada nerviosa recorría desde su asiento el paisaje que pasaba delante de sus ojos, mientras sonreía inquieta, ¡tenía tantas ganas de abrazarle!, no le importaba como fuera, sus palabras le habían enamorado, y esas serían las mismas que tantas ganas tenía por oír de sus labios.

Paró el tren, había llegado a una estación hermosa, antigua, solitaria, rodeada de campo; en el andén apenas un puñado de personas; miró la fotografía que llevaba en el bolsillo de su chaqueta… no, nadie de los que se encontraban allí, era. Reparó en una mujer que a su vez la miraba atentamente con un niño de la mano, y en la otra ¿una fotografía?…

Su viaje azul se transformó de repente en negro, y sin pensarlo dos veces volvió a subir al tren que ya silbaba para la salida, hacia un destino desconocido…


Aprovecho la ocasión para lucir la belleza de esta estación que se encuentra en Puebla de Sanabria, un pueblo de dicha comarca, y donde se puede disfrutar de otra belleza que es el Lago más grande de España.