Vi temblar tu corazón
como hojas de verde álamo,
cimbreadas por el viento sobre el río solitario.
No es su aliento no, no es su aliento
ese que crees acaricia tu semblante,
solamente es la brisa
dibujando perfiles en tu piel
que hace reír tu llanto cuanto piensas en él.
Mira que nunca será, nunca,
nunca será lo que sueñas cada día,
cuando la luz atraviesa tu persiana
y duermes el alba entre sabanas vacías.
Y vuelvo…
y veo que sigue temblando tu corazón
como hojas de verde álamo,
cimbreadas por el viento sobre el río solitario.
Mira que las tuyas son amarillas
y solamente penden de un hilo,
que caerán con el simple aliento de la brisa
sirviendo de alfombra en el camino.
No esperes,
solo vive, y resguárdate de los vientos,
porque el suyo…
nunca besará tus sentimientos.
Y, camina, camina hacia adelante,
pero no te alejes mucho
por si volver no sabes…