Quiero viajar a ciegas por las orillas de un río sin nombre,
mecerme en la cuna de sus brazos
hasta que el sol queme el horizonte.
Nadar en busca de un amor que cegó mis sentidos
y arrulló mi corazón.
Quiero encontrarle, decirle que le quiero,
que hace tiempo le espero
para caminar junto a él por la senda de mi camino.
Emborracharme en sus labios, en la piel de su pecho
y abrazarme a su abrazo aunque sea un momento.
Porque es él, ese regalo que me acaricia la piel
sin sus manos,
que me hace sentir su presencia inédita.
Ese placer que me produce sus palabras sin boca,
ese volar que aletea en mis sentimiento adormecidos
por la edad,
ese querer y no poder porque no puedo,
ese vacío lleno de luciérnagas en el estomago
que brillan en mi interior,
ese no se qué que no tengo,
ese cielo, ese infierno,
ese poco y ese tanto…
… es él.