Mucho tiempo que no escribo,
no logro hilar mis pensamientos.
En mi cabeza soplan vientos
que no reconozco,
y me atoran los sentimientos.
La sangre tan lenta que corre por mis venas
no sirve de tinta para formar un verso.
Se han muerto las palabras en los renglones.
Se terminan las estrellas del firmamento.
No veo más allá de las pestañas,
han desaparecidos los sueños
y tan solo con realidades, yo, no puedo…
Muevo en la imaginación:
ríos y montañas,
caminos floridos que ahora están yermos.
Franqueo los espejos del alma,
me muevo en secreto por las miradas…
y nada veo.
Quiero navegar en una noche de insomnio
y no encuentro el velero.
Las palabras son olas sin agua,
las letras, gotas dispersas en un cielo maléfico,
donde se ahogan las fantasías.
Se acabaron las perspectivas
porque el amor, se hizo viejo,
y la inspiración para escribir
se difumina.
y la inspiración para escribir
se difumina.