Quizás
te siga hasta donde la luz no llega,
donde
la luna ríe cuando está llena.
Quizás
te siga hasta que tu voz
borre
las líneas que dejó el tiempo
en
mi piel morena.
Pero
no, no te seguiré.
Te
has quedado dormido
en
mi silencio,
mientras
seductoras melodías
suenan
en otro espacio
donde
el pentagrama
tiene
notas cautivadoras
que
enamoran mi sentir.
Donde
el verde oscuro brilla
en
el limonero y el naranjo,
donde
el cielo nunca es brumoso
porque
el sol besa
con
su aliento cálido.
Definitivamente,
no,
no
te seguiré.
A
tu lado las flores
se
han marchitado;
hay
una línea que ya no habla
del
tiempo pasado,
y
un hilo que se ha roto
como
la porcelana,
porque
te has quedado dormido
en
el silencio de mis palabras
sin haber bailado conmigo,
la danza del minué.