Rasga la guitarra el oído de mis sentimientos
con sus notas melancólicas,
recuerdos irrecuperables de otros tiempos,
mientras miro un cielo que bosteza.
Evocadora música que alientas mi corazón y
paseas por mi piel vistiendo los poros de amapola.
Rizas el momento y cierras mis ojos
para percibir ese perfume a menta y limón,
a hierbabuena y albahaca
dando sabor a mi sentir de loca
La luna embriaga la noche,
hace sombra en su cara oculta
y baila al compás,
enamorando a mi guitarrista del alba,
sueño inalcanzable…
La música calla,
el cielo amanece tras el monte,
los pájaros anuncian el nuevo día,
la soledad acompaña a la melancolía
y corre tras las huellas tonadas,
buscando refugio en tus brazos imaginarios,
lugar ocupado por esa figura de mujer…
a la que tanto amas y acaricias con placer,
sin recordarme.