Zurciendo carencia de amor,
transito por las avenidas de mi mente,
donde todavía lucen farolas antiguas
con su débil luz incandescente.
En el aire, unas rosas flotan
pintando recuerdos
que perfuman mis pensamientos,
y allí dormidos se alojan
Libres del viento.
Un aroma intenso me arrulla de nuevo
como la brisa suave de otras primaveras,
pero se diluye en la bruma
cuando el sol ríe secando los charcos
que inundan mis sueños,
y despierto en la realidad de un continente
sin contenido, delante de un reloj
que da las horas entre el principio y el fin,
mientras en la calle llora la niebla
borrando tus huellas que desaparecen
delante de mis ojos.
En los cristales, encajes de bolillos
dibuja mi aliento que suspira por ti,
esperando una mirada que no llega,
y mi piel, se desviste de pasiones
mientras el sol trata de salir
para pintar graffitis de colores
en mi corazón de invierno.
Simples pensamientos
Hoy, cuando el sol despuntaba el alba,
le eché un vistazo al libreto de mi vida
porque me sentía nostálgica,
y he comenzado a leer día por día
hasta que he llegado a esta página.
Me ha dejado un regustillo amargo
porque tengo la sensación,
de que me he perdido algo ¿algo importante?.
Quizás estuve demasiado pendiente
de lo que a mis faldas pegado tenía,
sin darme cuenta que mi armario favorito
lucía un traje de lentejuelas que alegraba la vista…
o unas botas de montaña para acariciar con sus huellas
las rocas pedregosas de la vida.
Metida en mi cómoda cuna de cristal,
acunada por los amores que tocaban
directamente mi fibra,
me perdí esas sensaciones arriesgadas
que hacen brincar el corazón y sentirse viva,
porque fui serenamente feliz, separando algunos días.
Hoy cuando mis años van navegando
hacia el arco iris del olvido,
siento que la torpeza en la distancia
me guiña con sus ojos abatidos,
mientras mi tejado de zinc dorado…
se va cubriendo de nieve,
y ese algo… se ha perdido