FANTASEANDO
Eres ese amor
pegado como sanguijuela
en el centro de mi corazón.
De vez en cuando sales
y quiero cerrar la puerta
tras de ti,
tras de ti,
pero como sumisa victima
dejo que te cueles nuevamente
como si fueras una mano inmensa
que maltrata mis pensamientos
aturdiendo la alegría
que gozaba cuando no te conocía.
Quiero que salgas de mis sueños,
y no quiero que te vayas nunca.
¿Quién me entiende?,
yo misma
soy una extraña
en mis propios sentimientos.
Solo sé, que mis ilusiones
se fueron,
no tengo nada que estimule mi vida,
ya no veo estrellas colgando de la luna,
ni el sol abrazando mi espalda
con su cálido ocaso de ternura;
únicamente,
muchos años adheridos a mi piel
agrietando la juventud ya perdida.
Pero amo la vida,
y me quiero a mi misma,
sin embargo, cuando miro el horizonte
no encuentro perspectiva,
porque sin ese amor… no hay.
Esto sucede:
cuando el corazón obedece a la razón
Es que casi siempre el corazón manda... Me gustaría que seas feliz Elda, todo llega en la vida y todo pasa... es así.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo fuerte.
Gracias Luján, muy amable y cariñoso tu comentario.
EliminarUn placer siempre tu visita.
Muchos besitos.
!Cualquiera entiende el corazón¡... Es el órgano con menos seseras de todos los que tenemos...y cuando encima atiende a razones, cale decimos que está como una cabra.
ResponderEliminarMuy bonito.
Un saludo.
Jajaja, si y sobre todo escribiendo, porque la verdad es que normalmente funciona bastante normal hasta que coges el lápiz y empiezas a desbarrar.
EliminarMuchas gracias Fibo por tu continuas lecturas.
Un abrazo.
Muchos sentimientos aunque no encuentran una forma verdaderamente poética. Debes exigirte más: La poesía es belleza que no se te olvide.
ResponderEliminarMuchas gracias Elisa por tu comentario tan sincero. La verdad es que nunca me creo mucho los comentarios que me dejan algunos lectores, con lo cual te lo agradezco doblemente.
ResponderEliminarUn abrazo.