Podría escribir algo
porque ganas tengo,
pero la mente está vacía, tranquila,
sin nada que requiera mi interés.
Soy como una fuente seca.
El agua derivó por otro sendero
donde los pajarillos abundan
en un cercano riachuelo.
Es el tiempo que pasa, sin más,
con una palabra aquí, y otra allá
restando días a la vida.
Percibo en la imaginación
a un pastorcillo que canta:
“la fuente se ha secado
las azucenas están marchitas”
Y sí, se ha secado la fuente,
las flores que bebían de su agua,
y todo mi prado verde.
Pero aún siendo así, canto:
"camino, camino verde"
el de esta hermosa vida,
y aunque seca está la fuente
algún día lloverá
y ha de rebosar la alegría.
Penumbra en el cielo azul
que el sol con su fuerza diluye.
¡Y no llueve!
será otro día...
y cuando la fontana vuelva
a su cante de la noche,
un nuevo perfume
atravesará mi bosque.
Si no envejecen los sueños...