Tengo que decirte tantas cosas,
que no caben en mis renglones
ni existen las palabras que los sentidos
emocionen.
Eres el que perturba los pensamientos
de mi sutil templanza,
el perfume embriagador
de la rosa más perfumada,
el cielo estrellado en mis noches insomnes.
Eres como esa farola en la lejanía
que alumbra con silentes movimientos,
la luz de mi vida.
Eres el "caballero desconocido
moldeado a mi antojo"
y por lo tanto, perfecto y maravilloso.
Tu boca dice lo que yo quiero,
tu verbo lo que yo pretendo,
tus manos, la caricia perfecta
donde me pierdo,
y ya no puedo seguir porque,
se me extravió la imaginación
en un momento...
Posdata.
Eres, y eres tanto, como que no eres,
en el loco sentido de mis letras viajeras,
pero,
cuando aparece tu imagen desconocida
todas mis líneas se pueblan...
de ti.
✉
elda
elda