Bella y bondadosa flor,
ahora llena de tristeza
en esa carita de princesa
anciana de la vida.
En una calle del mundo
te observé tan tierna y frágil,
con los pasos cargados de años
y la mano tímidamente extendida;
una dulce mirada, y en ella,
el peso de la soledad de un día, y otro día.
Se me rompió el corazón
cuando tus ojos me buscaron
con tu bella mirada agradecida,
y vi como me enviabas un beso
desde tu mano de ancianita.
¡Me llegó tanto!
que al dejar estas letras repartidas,
se anudan en mi garganta
las lágrimas de aquel momento retenidas,
¡y no te puedo olvidar!
tu cara se me ha clavado en el alma,
RECORDÁNDOME al amor más dulce
Una mano extendida, pidiendo una limosna, un instante de nuestro tiempo, un momento de atención, un simple gesto de amor...
ResponderEliminarBesos.
Cierto es Alfred, hay ancianos que te producen una ternura especial, y este fue el caso.
EliminarMuchas gracias por tu visita.
Un abrazo.
Hola Elda.. Yo pensaba que ya estabas bañando los dedos de tus pies en el lago de Sanabria.. Pero veo que nos dejas un lindo poema, que nos hablas del amor y la ternura de las personas mayores, que observan y miran como se mueven los jóvenes, quizás no comprendan muchas de las cosas que hacen, pero observan con interés, son los ojos cansados de la curiosidad por lo que ya nunca alcanzaran a entender..
ResponderEliminarUn abrazo y buen verano..
Hola Llorenç, pues ya pronto iré a mojarme los pies al lago… de momento he estado en Sicilia dándome un baño de calor y viendo cosas realmente hermosas (como en cualquier lugar del mundo)
EliminarMuchas gracias por la lectura.
Un abrazo.
Hola Elda.
ResponderEliminarUn sentido poema sobre una vida cualquiera... La huella dejada en ti la compartes hoy!
Abrazos.
.
EliminarHola Ernesto. Realmente fue algo especial que nunca me había pasado, fue un momento de ternura que me costó reprimir las lágrimas.
EliminarUn abrazo y gracias por tu comentario.
Tus palabras me partieron el corazón, sentí como si algo se hubiese derrumbado dentro de mi. Semejante realidad ante nuestros ojos, es un arma letal. Pero nada podemos hacer para cambiar el rumbo de ciertos acontecimientos naturales. Con solo mirarla a los ojos, sabés todo su entorno y su verdad “estoy sola, y cada hora que pasa me muero un poco más, estoy cansada, más cansada que ayer “.
ResponderEliminarPero a pesar de su largo camino transcurrido y su tristeza, me producen veneración y asombro los ancianos, son los únicos que saben cambiar de opinión sin excusas. Es que hay mucha sabiduría en ellos y se llevan mucha cuando deciden partir, por eso cuando un anciano decide irse … es lo más parecido a un incendio en una biblioteca.
Que tema has tocado …
Un cariño inmenso
Juan
Hola Juan, que hermosa sensibilidad se desprende de tus palabras.
EliminarTe agradezco mucho este comentario tan hermoso, y encantada estoy de tu visita que viste de gala mi espacio.
Un cálido abrazo.
Hermoso y sentido poema. Cuantas abuelas que la vida ha dejado abandonadas hay en el mundo. Tus versos hablan de lo doloroso que fue para ti, hallarla en tu camino.
ResponderEliminarmariarosa
Sí María Rosa, dan mucha pena los mendigos, pero ver a un anciano pidiendo con tanta humildad entre la gente, es algo que te cala.
EliminarMuchas gracias por la lectura y el comentario.
Esa mirada ELDA, son la mirada, siempre dispuesta a dejar un sello indeleble en el alma, porque no en vano el tiempo a ella nos va acercando, inexorable y ciertamente queremos percibir sin maculas ese encantamiento de lo que solo el interior guarda.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay mucha razón en tus palabras Dionisio, opino también, que la edad influye mucho lo mismo en una parte que en la otra.
EliminarMuchas gracias por venir a leerme.
Un abrazo.
Muy bello.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias por venir y dejar tu huella Amapola.
EliminarUn abrazo.
Bonito poema anclado en la mirada de un anciano que dejó huella en ti y la reflejaste en estos versos. Mucha sensibilidad la que desprendes en estas palabras armonizadas entre versos.
ResponderEliminarBesos Elda y disfruta del verano.
Puri
Si Puri, la verdad fue un momento sorprendente que me llegó de una manera especialmente tierno.
EliminarMuchas gracias por tu lectura.
Un beso.
Fantástico y delicado homenaje. Me gusta mucho que se reconozca al otro, y si es con poesía, mejor.
ResponderEliminarAbrazo.
Me alegro mucho Navegante que te haya gustado.
EliminarMuchas gracias por tu paso.
Un abrazo.
Eres una persona hermosamente tierna y amable, me gusto mucho este poema poblado de amor al prójimo.
ResponderEliminarAbrazo
Hola María del Rosario. Muchas gracias por tus palabras tan hermosas. Son momentos especiales, en otros, soy un cardo borriquero, jajaja.
EliminarUn placer tu visita y comentario.
Abrazos.
Precioso Elda, poco a poco voy adentrándome en tus escritos, Enhorabuena! Cuánta belleza, sensibilidad, elegancia, magia...Sublime.
ResponderEliminary como dice nuestro querido poeta "La poesía no quiere adeptos, quiere amantes" no podía ser de otra manera veo como estás de cortejada.
Elda, ha sido un placer y una suerte conocerte. Un abrazo.
¡Hola Ana, qué sorpresa tan agradable!.
EliminarPues mira, te diré que suerte la mía haberos conocido a Ricardo y a ti, personas tan hermosas y llenas de sensibilidad, que me hicieron la estancia tan agradable.
Muchas gracias por pasarte por aquí y regalarme palabras tan halagadoras.
Un cálido abrazo para los dos.
disfruto enormemente lo que has escrito
ResponderEliminarme parece maravillosamente
Bello
Muchas gracias RE, muy amable tu comentario, y me alegro mucho que sea así.
EliminarUn abrazo bella mujer.
Me has puesto la piel de gallina con tu profundo y sentido poema.
ResponderEliminarSiempre que recordemos a los que amamos seguirán en nuestro corazon.
Tus letras son la prueba fehaciente del máss puro amor.
Un cariñoso abrazo querida Elda.
EliminarMe alegra sobremanera que te haya llegado, y te agradezco muchísimo tu lectura y comentario.
Un beso Adriana
Olá, Elda!
ResponderEliminarNunca é demais repetir que gosto muito dos teus poemas. Neste poema sensível e humano, dizes bem da tristeza de uma senhora idosa solitária que se sente sensibilizada com a atenção e o calor humano que lhe é dado por uma pessoa estranha. Belíssimo poema. Parabéns.
Um abraço. Pedro
Hola Pedro. Muchas gracias por tus bellas palabras, es un placer inmenso que gustes de lo que escribo, y me dejes tus comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un bello y conmovedor poema.
ResponderEliminarEs muy lindo que una persona deje una huella así. Y maravillosa tu forma de recordarla.
Un beso.
Muchas gracias Amalia por la lectura y el comentario.
EliminarSiempre un placer tu presencia.
Un beso.
Son muchas las veces, que una simple y tierna mirada nos llega al alma, pero, para ello hay que estar preparado y asumir quienes somos, o lo que es igual, empezar por quererse a uno mismo, para dar lo mejor de nosotros; sino, se queda en un simple cruce de miradas, porque no ve uno, más allá de sus propias narices.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Elda.
Muchas gracias Manuel por venir a leerme y dejar tu opinión.
EliminarUn placer y un abrazo.
Sentido momento
ResponderEliminarDe esos que no se olvidan cuando se camina en la calle con los ojos abiertos y el corazon dispuesto...la grandeza donada es doblemente recibida de regreso...
Sean bienaventurados los dolorosos que de ellos es el reino de Dios...
Abrazos.
Sentido momento
ResponderEliminarDe esos que no se olvidan cuando se camina en la calle con los ojos abiertos y el corazon dispuesto...la grandeza donada es doblemente recibida de regreso...
Sean bienaventurados los dolorosos que de ellos es el reino de Dios...
Abrazos.