Préstame tus altos vuelos,
gaviota que vas por el mar,
que quiero yo realizar
el viaje de mis deseos.
Donde haya olas gigantes,
espumosas y brillantes,
que se humedezca mi cuerpo,
y deslizarme por los huecos
de esas rocas colosales.
Olvidarme de mis sueños
envueltos en mis pensamientos,
navegar entre la bruma,
y esconderme de la luna
que me enamora locamente
y con ello me tortura.
Quiero desaparecer
de este silencio abrumante,
y de esa pena constante
que sufre mi corazón.
Gaviota, préstame tus altos vuelos.
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