Eres ceniza que lleva el viento,
vuelas por la ensenada,
pisando los caminos
y llegando a la montaña.
Vas y vienes,
cansado de revolotear
por el aire que te mueve.
Algún día el viento calmará,
debajo de un gran árbol
te posarás,
y cuando vuelva el viento
a soplar…
ya no podrás el vuelo alzar,
estarás mezclado con la tierra,
y a las raíces del gran árbol,
ligado estarás.
Cuando llegue la primavera,
a la sombra de este árbol
vendré a contemplar,
y ver las nuevas hojas
que con tu sabia brotarán.
Y allí mismo, cuando el sol
no pueda soportar…
me cobijaré bajo sus ramas
para refrescarme en tu mirar,
y pensar en tiempo felices
que contigo
no volveré a pasar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario