Me asomé en el pozo de tu corazón,
el agua rebosaba como río en primavera,
y llena de ilusión bebí del agua fresca
para aliviar mis pesares, así de esa manera.
Surgió bañada mi alegría,
al ver las gotas que fluían
traspasando el alma por mis venas.
Riachuelos de agua fresca
recorren todo mi cuerpo,
refrescando mis pesares,
y también mi pensamiento.
No quiero que se seque
el agua de tu pozo,
para seguir regando mi cuerpo,
con gotas frescas de gozo.
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