Hoy me he mirado en el espejo.
Si si, me miro todos los días,
pero me puse gafas de cerca,
y me asusté con mi propia vista.
Las arrugas en la cara no me caben,
y se han puesto de puntillas,
unas encimas de las otras,
y todas están en guerrilla.
Me ha dolido…
aunque banalidad es la mía,
pues sé que mientras no las tenga
en el corazón,
con amor seguiré, los avatares de la vida.
Amigos de años jóvenes, pasados,
no uséis gafas de cansada vista,
se descubren muchas cosas…
que se encuentran escondidas.
Mirándome bien…
no se si necesito un lifting
de la cabeza a los pies.
Seguro es de la cabeza,
que cuando piensa así…
es que la tengo al biés,
por muchas de mis torpezas.
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