Un día cualquiera
en mi jaula de verano…
Árboles por doquier,
tarde tranquila y suave,
un reloj en la pared
que rompe el silencio ensordecedor
con el tic tac,
pulso de los segundos solitarios,
como la respiración sosegada
e interrumpida por algún suspiro
o pajarillo que aletea de rama en rama.
Las hojas brillan con los últimos rayos de sol
y se mecen en un cálido vaivén
antes de que llegue lo sombrío.
Las abejas y avispas se recogen.
Alguna mariposa todavía danza
con sus frágiles alas
en los trévoles de la pradera,
y los insectos más pequeños
hacen su aparición molesta
cuando ensombrece la tarde.
Refresca,
el calor del día desaparece por arte de magia,
lo noto en mi estancia
mientras ojeo de vez en cuando
por el ventanal.
Recuerdo, o ya ni recuerdo,
¡hace tanto tiempo!…
Veo la luna que saluda al sol,
y yo, pensando como terminar
este transcurrir.
Solo sé,
que se acerca la noche mordiendo el día
con sus dientes perlados de estrellas,
y el silencio sobre el silencio
hace eco en las aldeas,
donde las pequeñas luces hogareñas
emularán en la lejanía a las luciérnagas.
Este momento de sensaciones,
se apaga…
y sin pretenderlo,
comenzarán en la oscuridad los sueños
de una primavera que ya no existe,
mientras la noche abre los ojos
con sus brillantes pestañeos.
Son los bellos momentos que atrapados quedan en la memoria, sensaciones que en la oscuridad de la noche vuelven para dar paso a los sueños.
ResponderEliminarInspiradas letras que el verano te ha dejado.
Un cálido abrazo.
Muchas gracias Sneyder por tu paso y tu lectura tan agradable.
EliminarUn beso.
Fuiste desgranado esos momentos en que el día escapa entre nubes y mariposas y va dejando paso a la noche, lo lograste con maestría y yo me quedé viendo el momento y la situación. Como siempre, un placer leerte señora poeta.
ResponderEliminarcariños.
mariarosa
Que agradable M. Rosa contar con tus bellos comentarios después de este tiempo de asueto.
EliminarUn placer siempre tu compañía.
Un abrazo.
Con la aparición de la noche, viene el dormir de todas las sendaciones vividas.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Alfred por venir a leerme.
EliminarSiempre un placer.
Un abrazo.
Qué forma tan bella, que solo los poetas podéis expresar, de describir los cambios y sensaciones del término de un día e incluso de una estación. Lo de los dientes de la noche perlados de estrellas me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Encantada estoy de que te haya gustado; siempre es estupendo recibir tus comentarios.
EliminarUn abrazo Josep y muchas gracias.
!Hola Elda¡
ResponderEliminar!Preciosa preciosa¡ Prosa poética, exquisita diría yo.
Que biena tu sensibilidad y creatividad para plasmar esos momentos
de silencio relajfo entre el dia y la noche de un día cualquiera en la paz campo que es maravilloso escuchar el canto de los pájaros.
Mucho mejor que el bullicio de las playas abarrotadas de gente.
Ha sido un inmenso placer leerte, Elda. Como lo es siempre.
Te dejo mi gratitud y mi gran etima.
Un abrazo y se muy, muy feliz.
Muchas gracias Marina por leerme y dejar tu comentario tan hermoso.
EliminarUn abrazo e igualmente felicidad para ti.
Elda, estoy fuera de mi casa, te escribo con mi móvil, y veo que mi letras tiene fallos, disculpame.
ResponderEliminarNi me he dado cuenta, no te preocupes porque escribir en el móvil es bien incómodo cuando uno se extiende. Bss
EliminarPreciso poema Elda, y ya veo que has regresado con las pilas bien cargadas y me alegro.
ResponderEliminarBesos.
Hola Rafa, encantada estoy de volver a leer vuestros comentarios.
EliminarMuchas gracias por estar.
Un abrazo.
Es un poema precioso, con frases muy originales. Me llevo un trébol de recuerdo.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Sara, muy agradable tu visita.
EliminarUn abrazo.
Regresas con un bello y dulce poema.
ResponderEliminarMe alegra volver a disfrutar de tus letras.
Un beso.
Aquí estamos otra vez Amalia, dando la vara al personal, jajaja.
EliminarMuchas gracias por tu visita, siempre.
Un beso.
¡Precioso! He podido sentir lo que tan bellamente describes.
ResponderEliminarVuelvo a tu rincón después del verano en que cierro mi blog.
Ha sido un feliz reencuentro.
Besos.
Yo también lo he dejado por este tiempo, y me alegro mucho encontrarte con tu amable comentario, y encantada si te ha gustado.
EliminarUn beso Maripaz.
Un dulce poema, lleno de sentimiento.
ResponderEliminarMuchas gracias Boris por tu paso.
EliminarUn abrazo.
Te dejas llevar Elda, por ese contemplar los instantes y desde ellos plasmas aquello que pone brillo en tus ojos con mirar sereno y plasmas la danza de la mariposa o el mosquito despertado por el sopor de las termias y desde ello y con ello la soledad avanza para asirse a esa luna que presagia la magia necesaria para que el latido abrace al sol de los anhelos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre un placer leer tus comentarios tan hermosos con ese tinte de poeta que se nota que eres.
EliminarMuchas gracias por tu lectura Dionisio, siempre encantada.
Un abrazo.
Delicia de letras, dedicadas a las hojas coloreadas que avanzan, mientras la noche se mece de nostalgia, por sus estrellas que errantes van cambiando su mundo en la distancia, bienvenida Elda.
ResponderEliminarAbrazo
Hola M. del Rosario, encantada de tu visita y leer nuevamente tus comentarios tan bonitos.
EliminarMuchas gracias y un abrazo.
Todo el poema es una magnifica descripción de la soledad, a mi entender pero también acaba llegando a la añoranza de los sueños de juventud porque la soledad se nutre del pasado y vuelve a revivir en los momentos propicios a los sueños, al dejar caer la cabeza sobre la almohada. Tengo qwue añadir que descrito en un ambiente de gran armonía y belleza. Con mi admiración, saludos muy afectuosos y cordiales.
ResponderEliminarSí, momentos solitarios observando en silencio lo que dice la naturaleza.
EliminarEncantada de recibir tu comentario tan hermoso Franziska.
Un abrazo y muchas gracias por venir.
Hola Elda.. Que bien describes esos instantes de dulce soledad con uno mismo, con sus pensamientos y sus recuerdos.
ResponderEliminarEn los poemas siempre procuro quedarme con alguna estrofa o frase que me diga algo más allá del conjunto del poema, los tuyos son encadenados todo fluye con especial armonía desde el inicio hasta el final.. Me maravillas tus poemas te describen..
Un abrazo y bien reencontrada..
Qué bonito Llorenç, un placer sin duda, encontrarte nuevamente con un comentario tan hermoso que te agradezco muchísimo; con un lector así, da gusto escribir.
EliminarUn abrazo y muy agradecida por tus palabras.
Que bella soledad en tus letras....hermoso tu sentir.. un gusto pasar a leerte.
ResponderEliminarMuchas gracias Sandra por tu lectura.
EliminarUn abrazo.
Me encanta, Elda, ese rasgueo de guitarra de fondo antes de la hermosa melodía que me predispone a gozar de este atardecer que tu mirada convierte en poesía.
ResponderEliminarLa vida a veces rima y a veces da grima... Pero tiene mommentos sublimes si sabes mirar con el corazón.
Muy relajante y poético este encuentro en tu blog, Elda, y eso a las regaderas como yo nos conviene.
Un beso,
Jajaja, las regaderas son muy refrescantes si contienen agua fresca y clara, y convienen en muchos momentos.
EliminarMuchas gracias por tu paso encantador.
Un abrazo.