Sueños rotos detrás de los cristales de mis ojos,
donde se marchitan pétalos de rosas en mi jardín.
Tras las crisálidas acuosas, miro,
y empañadas por una neblina oscura
se resbala hacia mi interior y me encharca.
Cierro las sombras con los visillos de mis pestañas,
pero las nubes se cuelan llorando el alma.
Duermo en la noche negra
soñando cielos claros en mis mañanas.
Ellas se acercan de puntillas para no despertar la luna,
que vestida de seda espera agazapada
detrás del ocaso escarlata que me cubre.
Cautelosamente se desviste de sus ropajes
apareciendo de hombre… el que me roba el corazón.
Él, se evapora en el alba dejando:
Sueños rotos detrás de los cristales de mis ojos.
Elda, este poema es uno de los que más me han gustado de los tuyos, quizás te enfandes un poco ya que cuando te comento algo parecido lo suelo hacer sobre poemas tristes, pero ya conoces mi inclinación. Consigues un ritmo muy agradable y creas imágenes efectivas y pertinentes con la temática del poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Enrique, me agrada mucho cuando me dices que te ha gustado alguno de mis poemas, es un verdadero honor que te pases por mis letrillas.
ResponderEliminarTe mando un abrazo.
Este poema me ha gustado bastante y me parece uno de los más logrados que tienes desde el punto de vista poético.
ResponderEliminarMuchas gracias Elisa. Me alegra mucho que te haya gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.