Sola,
en una tarde en calma,
va la mirada perdida
en un mar sereno y plata,
por donde paseo con el pensamiento
en tus palabras.
El cielo oscurece,
y una brisa traspasa poros de mi piel
hasta rozar mi alma solitaria…
donde espero impaciente surjas
y toques de mis manos
las palmas,
dibujando sonrisas encendidas
con tu mirada.
Dulce embriaguez besa mis sentidos,
y a golpe de recordarte
despierta y grita mi corazón
en un quejido
que se desvanece en la soledad.
Sigo las hondas huellas de ese amor perseguido,
fingiendo realidades.
Sola.
Logras Elda, imágenes hermosas y frescas. A pesar de la tristeza eliges que el poema sea ligero y se nos acabe, dejándonos con deseo. Debes seguir la huella de ese amor perseguido... es tu destino de poeta.
ResponderEliminarUn abrazo, Elda
Siempre estoy detrás de él con mis escritos, jajaja. Que pesada no sé escribir sobre otra cosa que con sueños.
ResponderEliminar¿Sabes Enrique?, me estás acostumbrando mal con tus visitas, cuando no lo hagas, mi blog estará solo.
Muchas gracias por leerme.
Estoy deseando que edites lo que escribas actualmente.
Recibe un abrazo.
muchas veces si, querida amiga traspasamos todo para terminar en soledad, pero si eso hace que puedas trasmitir en bellos versos el alma se llena quizás de una esperanza. No eres pesada soy una soñadora con tú solo sueños sueños que no serán pero que hacen que viva y escriba con tanto agrado que bienvenido sea que seamos tú y yo soñadoras por siempre. Todo mi cariño Elda nunca cambies! mis saludos a Enrique que también visita mi blog y me hace hermosos comentarios. jajaj cariños!Esto ya es una familia!
ResponderEliminarGracias maría susana por tan bello comentario.
ResponderEliminarAsí será, seguiremos soñando mientras podamos.
Le daré los saludos a Enrique cuando le vea por aquí.
Muchas gracias y muchos besos.