Si tu miras debajo del otoño de mis ojos,
encontrarás mil primaveras
que miran con la sonrisa enamorada
de mis atardeceres solos.
Si tu miras debajo del otoño de mis labios,
encontrarás mil deseos de besar los tuyos
en mis noches de inviernos largos.
Si tu miras debajo del otoño de mi pómulo,
encontraras el rubor de mi mejilla
esperando el contacto de tus manos.
Triste padecer cuando grito tu nombre y,
solamente oigo el eco chocando en tu armadura,
donde se rompen los sueños míos.
Los pensamientos rondan mi cabeza
sin encontrar la puerta que traspase
tu corazón guerrero.
Dos centinelas en el centro de tu pecho,
no permiten la entrada de mi aliento enamorado.
Desolada mi alma,
llora nieve en el portal, cerrando la noche.
Gracias, Elda, creo que todo lo que escrito en el último mes, demasiado,, quizás, ha sido porque sabía que había laguien que lo iba a leer, eras tú.
ResponderEliminarEres un prodigio de precocidad creativa. Insisto en que aquel adolescente que quería ser Paul Simon estaba muy lejos de tí. El desprecio de mi hermana solamente tiene importancia para mí, y desde un punto de vista emotivo. El recuento de las niñas pijas que me rechazaron porque mis amigos eran moros, laicos y hermosos, y pobres. ¿Dónde estám ahora, dímelo tú? ¡Qué solo me estoy quedando!
Anda Enrique, no seas dramático. Además más vale estar solo que mal acompañado, ¿no crees?.
ResponderEliminarTe agradezco mucho eso que me dices, pero no me lo creo. Tú seguro eras bueno escribiendo desde que aprendiste las primeras letras.
Te mando un abrazo.
"Si tu miras debajo del otoño de mis ojos,
ResponderEliminarencontrarás mil primaveras
que miran con la sonrisa enamorada
de mis atardeceres solos."
Precioso Elda.No me cabe ninguna duda de que debajo del otoño de tus ojos existen aún muchas primaveras,muchas ganas de vivir...y me alegra que así sea.Hay que amar la vida hasta el último suspiro,porque es lo más valioso que tenemos...
Cada día escribes mejor,amiga.Y me alegro por ello.
Un abrazo.
La verdad es que si que tengo ganas de vivir cuando me encuentro físicamente bien, en cuanto me duele una uña, ya se oscurece todo, jajaja.
ResponderEliminarJero es un halago muy grande viniendo de ti, que me digas que mejoro.
Muchas gracias amigo.
Un abrazo.
Precioso, mi querida Reina de la poesía. Un fortísimo abrazo Elda.
ResponderEliminarJajaja, que más quisiera yo Manu.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita y comentario. Me encanta cuando apareces por aquí.
Mis cariños para ti.
Aquí, donde aprendieron a decirme que estoy equivocado y que siempre me salgo por los cerros de Úbeda, compruebo que, aunque no fueras encantadora, merecería la pena leer con detenimiento tu poesía, llena de frescura y espontaneidad, en estos días rendidos al sesgo intelectual y grandilocuente.
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