Palabras mojadas en un verso
arrastradas por arenas de un desierto,
o volando como plumas al aire.
Y entre estas palabras mojadas
no hay un día que no estés tú,
mi prenda más preciada,
secando cada letra
con el cariño de tu alma.
Amor incondicional
vestido de terciopelo,
la rosa más perfumada
qué me enseñó a caminar.
Te recuerdo cada día, sin estruendos,
sin quitarme espacio;
solo un pensamiento
que me lleva hasta tus brazos,
y en ellos me cobijo
como si mis años fueran todavía tiernos.
Veo tu cara dulce, cantarina,
y me siento niña
mientras te escucho en el recuerdo.
A veces enfadada repitiendo:
No dejes para mañana
lo que puedes hacer hoy.
Y yo siempre decía:
Mañana, mama.
Mañana, lo que me digo hoy
cuando algo me fastidia.
Siempre en mi corazón...
(los dos)
amores incondicionales
que me disteis todo
lo que estuvo a vuestro alcance.
∃
Dios no podía estar en todos los sitios y por tanto, hizo a las madres. (Rudyard Kipling)
Tierno poema y la cita impresionante.
ResponderEliminarAbrazos.
Bonitas e ingeniosas letras para celebrar este día de la madre que comienza con un mayo, esperemos, espectacular. Las madres son un buen invento, pero ¿qué hacía el otro día el Papa Francisco hablando de las suegras je, je? Mundo cruel ;)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo querida, Elda, y feliz día.
Que hermoso Elda. Son cariños inolvidables que siempre nos acopañan con sus palabras y cuanto los extrañamos y a medida que los años pasan nos emocionamos más con su recuerdo. Un cariño y feliz finde.
ResponderEliminarmariarosa
Qué dulce y emocionante!!. Siempre estarán dentro del corazón. Imposible olvidar un amor tan grande.
ResponderEliminar"Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando". Rabindranath Tagore.
Un abrazo, Elda.
Que tiernos y adorables versos para conmemorar ese gran día, que nadie puede olvidar y si engrandecer, como bien has sabido hacerlo tú estimada amiga con un recuerdo inolvidable.
ResponderEliminarSe sentiran tremendamente orgullosos.
Un fuerte abrazo y feliz Domingo Dia de la Madre.
Me has dejado sin palabras, tus versos son un bello homenaje no solo a tu madre, también a todas aquellas que han puesto su corazón cuando cuidaban de sus hijos.
ResponderEliminarCréeme, me has emocionado, ya sabes que estoy muy sensibilizada con este tema.
Lo que soy, se lo debo a mis padres ¿Cómo olvidarlo?
Hace unos días he regresado de un viaje por el sur, ya contaré en otra entrada, este domingo tenía implícita una prioridad ineludible.
Te deseo un buen domingo.
Cariños.
Kasioles
Muy bonita y cierta frase que nos dejas al final. Besitos
ResponderEliminarUn bellísimo poema con esta delicadeza que te caracteriza querida, Elda.
ResponderEliminarGracias por describir ese amor tan puro de manera excelente.
Besos.
Un sentir compartido siempre en el recuerdo de aquellas que dieron a luz con amor a sus hijos e hijas y honraron la vida del amor de Dios.
ResponderEliminarCon todo el amor de esa madre seguramente vives y sientes hoy y de su recuerdo y respeto póstumo tienes esa bendición.(Ellos esperan nuestra oración).
Un abrazo grande.-
Hola Elda.
ResponderEliminarCerteras y sentidas palabras, dulces, a quienes fueron, son, de quien hoy recrea sus propios momentos parecidos a los ellos... ayer.
Abrazos amiga.
Un emotivo y sentido poema el que hoy nos dejas ELDA, para ELLA siempre la mejor la más grande la imprescindible la que todo lo da y nada espera porque en su condición todo es AMOR ese que se entrega incondicional y siempre atento. Mil gracias por estos lindos versos.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Elda, maravillosas letras en este homenaje tan bonito a la Madre, la persona que lo dio todo por sus hijos y que muchas veces no ha sido correspondida, la persona a la que le debemos todo y la que los que no la tenemos al lado, echamos en todo momento en falta, como bien dices, siempre la llevo en mi corazón, precioso el poema Elda, una delicia leerlo.
ResponderEliminarBesos.
Hermoso homenaje, tierno, sentimental y colmado de amor. Felicitaciones por tu bien hacer, Elda.
ResponderEliminarBonito el video de la cabecera.
Un abrazo.
Amiga, Elda, un emotivo y bello poema en esos enternecedores versos a una Madre, aquella, que todo lo da y ofrece, a cambio de nada, un amor incondicional, hasta sus últimos días.
ResponderEliminarGracias por compartir estos bellos versos.
Un gran abrazo y feliz mes de mayo.
¡Qué dedicatoria tan bella a las madres! Ojalá yo tuviera tus dotes poéticas para hacer lo propio. Pero debo conformarme en leer tu poema y utilizarlo como altavoz para todas las madres que tanto han dado a sus hijos, entre ellas la mía.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
¡Que hermosura de sentimientos a la madre hecho poema!
ResponderEliminarMe has atrapado con tus versos Elda,
ellas"las madres" siempre en nuestro corazón y recuerdos
Deliciosamente bello y tierno
Un abrazo
¡Qué ternura Elda! Pura ternura y amor incondicional.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso.
Querida Elda
ResponderEliminar¡Qué bonito escribes los sentimientos que llevamos dentro, pero que nunca logramos expresarlos de manera tan sublime, como lo haces tú! Me voy muy emocionada por la belleza de tu poema.
Un enorme abrazo, con afecto.
¡Oh, tu poema es precioso y conmovedor, estimada Elda!
ResponderEliminarMi 'post' también va dedicado a ti...
Lamento alejarme, mi ausencia es forzada, pero prometo que volveré.
Días felices. Abrazos de buena amistad. 🌼
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Muy agradecida a todos y cada uno por vuestros hermosos comentarios.
ResponderEliminarSiempre será un gusto veros por este espacio.
Abrazos cálidos.
Por qué debe ser así, qué cuando ya no están es cuando de verdad nosotros comprendemos su increíble legado, y sobretodo ese amor sin para que nos fue dado en vida y como soy creyente , se que ella igual me lo prodiga desde ese otros espacio donde espera por nosotros.
ResponderEliminarUna madre se lleva por siempre encendida en el corazón , es la luz que nos guía y nos sostuvo incluso antes de nacer ya sabía que estaríamos aquí.
Por eso ser receptora de ese don divino de dar vida, es la más grande bendición y ofrenda de la mujer a los ojos de Dios.
Siempre en el corazón.
Besos.