Una tarde oscura,
ventosa,
desapacible.
Nunca había visto las hojas
volar tan alto,
parece que hubiera árboles
en el cielo deshojándose.
Se podría decir,
que llueve colores
de viejo ocre.
Esas hojas,
se han vuelto finas y delicadas
porque el tiempo
las ha marchitado,
y vuelan como papel de seda
emulando mariposas en verano.
Una tarde oscura,
ventosa,
desapacible,
pero hermosa, en un hogar cálido.
Silenciosa y,
dulce como el amor enamorado:
De la vida,
de los tonos mágicos,
de los paisajes del cielo,
de la belleza terrenal,
de la música que mueve
los pies y el corazón.
De mí,
de ti.
Pero,
¿y los que no tienen,
un cálido hogar
en una tarde oscura
y desapacible,
donde puedan visionar
lo bueno de la vida…?
Sí,
muchos solo podrán ver
las estrellas al raso,
mientras el frío cala sus huesos.
Un virus...
del que nadie habla.
Es como bien dices Elda, un virus del que nadie habla… pero cuantos más son los que sufren en silencio y en la estación del desolado indigente o del refugiado, en manos a veces de desalmados dispuestos al rio revuelto… cuanto mal hay en el mundo y cuanto bien se queda en ocasiones sin el cauce apropiado…Mientras, el baile de las hojas, nos aboca al término de una caducidad insoslayable. Qué dulcemente siga flotando tu mirada Elda.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es Elda, grandes virus tiene esta humanidad, pero claro, algunos no nos tocan a todos por igual, de ellos, poco se habla y se dice.
ResponderEliminarUn bello poema otoñal que clama por las desigualdades existentes en la gran casa de todos y no en la de unos pocos.
Un gran abrazo y te deseo junto a los tuyos lo mejor en estas fiestas tan entrañables.
Ese virus esta inoculado en la sociedad por siempre, pare que ya no afecte conciencias.
ResponderEliminarAbrazos.
Así es, Elda. Tristemente se va perdiendo la solidaridad.
ResponderEliminarTus palabras son de gran ayuda para reflexionar.
Una pena de sociedad.
Un abrazo.
Un tremendo virus, la verdad. Sólo interesa que se hable de uno sólo, pero hay muchos más.
ResponderEliminarBonito otoño en tus versos con un mensaje contra esa pobreza que se expande como las hojas del deshojado árbol.
Un abrazo grande, Elda.
Un hermoso y triste poema Elda.
ResponderEliminarLos seres humanos no estamos solo afectados por la pandemia, sino que de alguna manera hay otros tantos "virus" que se adentran en nuestro corazon y nuestra sensibilidad. De alli vienen todas las desigualdades que en diferentes formas se expanden en el mundo..ninguno de nosotros somos ajenos a ellas, y cada quien tiene un granito de responsabilidad.. Todos tenemos mucho por hacer..si lo hacemos , desde el lugar pequeño que ocupamos, el mundo seria diferente. Besosssssssss y gracias por la belleza de poema que nos has dejado hoy.
Un virus en la distancia, es cierto, Elda. Una dolorosa realidad que no acalla nuestra estrecha solidaridad.
ResponderEliminarY que bella descripción del otoño y de la vida que pasa entre los árboles, junto a nuestro corazón!!! Está llena de referencias que capturan la melancolía y el deseo de vivir.
Delicadeza, sensibilidad, apego, toda una forma de enfocar la vida desde el reconocimiento y el cariño profundo. De esto me habla tu poesía, ahora que la voy conociendo mejor. Y la aprecio. No puede ser de otra manera cuando se lee con el corazón.
Un enorme abrazo, Elda!!!
Y “avísame si dejo de soñar…”, como dices.
El peor virus, efectivamente, es el de las personas sin casa que en invierno son especialmente vulnerables. A través de tus letras sentimos la calidez de un hogar y como a veces no valoramos las cosas más sencillas ya que las damos por supuestas.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Elda.
Maravilloso como has ido tejiendo tus letras, pintadas con el color del otoño donde las hojas vuelan como mariposas…
ResponderEliminarEste tremendo virus quiere adentrarse en nosotros, solo quienes lo están padeciendo saben lo que es sufrir, pero siempre hay un camino a la esperanza si todos ponemos de nuestra parte y somos responsables.
Un fuerte abrazo Elda
La sensibilidad de tu pluma ha hecho visibles a esos seres sin techo que sufren en el olvido, ante la indiferencia de una sociedad obnubilada.
ResponderEliminarUn abrazo.
El virua de la soledad y de la pobreza mata por fuera y por dentro. Lentamente, sin que nadie perciba lo que pasa a nuestro alrededor. Los ojos ven lo que nos rodea según nuestro estado de ánimo y de bienestar. Lo has expresado de maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Son, a mi modo de ver, las cosas de la vida en su estado más natural!
ResponderEliminarQue sepas cantarlas como lo haces, sensibilidad añadida!
Bello poema de realidades ciertas!
Abrazos Elda.
Toda la dulce nostalgia del final del otoño en un poema delicado, con una profunda sensibilidad emocional.
ResponderEliminarRealmente es hora de meditar sobre los menos afortunados, los necesitados, los frágiles ... También expresé lo mismo en mi postal a publicar.
Agradecida por los bellos momentos poéticos y de gran humanidad...
Abrazos, Poeta amiga. ✨
~~~~
Bello poema que retrata una cruel realidad Elda.
ResponderEliminarAbrazos.
Se me borró el comentario que te había puesto. Desconozco si te llegará más tarde, pues ya no estoy ducha en estas lides. Por si acaso, te decía que se me había helado la sonrisa cuando llegué a tu magistral final...
ResponderEliminarAunque ya no escriba en los blogs y eché mano del de una amiga, siempre me pasaba a leerte, pero un día dejé de entrar a blogger y.... Me encanta ver que tu pluma sigue siendo espectacular.
Elda que tengas una estupenda semana y los que queda pa´finalizar este... Bueno, ya volveré a desearte un 2022 lleno de sueños que se hagan realidad.
Un fuerte abrazo!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn aplauso prolongado, mi querida Elda sin duda es un virus que sufre media humanidad, como me gusta este poema profundo salido esa tu alma humana y sensible, metaforizando con los árboles en el cielo desojándose. Has compuesto un precioso poema de principio a fin.
ResponderEliminarSe me encoge el corazón al pensar en ellos y me quedo sin aliento cuando veo el derroche de unos y la pobreza de otros. ¡Que mal repartido está todo! Amiga.
Siempre es un gran placer pasar por esta tu casa y leerte un monto de bendiciones para ti.
Un abrazo apretado, reina, y que la vida te sonría siempre.
Se muy, muy feliz.
Elda querida, en tus versos derramas la ternura de tu alma, lo he leido despacio varias veces hasta qye se han coolado en la mia traspasandome la sensibilidad que dejas en ellos
ResponderEliminarReakmente es un virus silencioso que cuesta mirar y recunocer
Un abrazo grande amiga móa
Carmen
BELLA VENGO A TRAERTE UN TERMO CON TE DULCE Y LOS DULCES MAS RICOS DEL MUNDO PARA COMER MIENTRAS PLATICAMOS DE VOS Y LA MAGIA DE TUS POEMAS
ResponderEliminarcon su raspear el aire sin apenas llegar a caerse al suelo Elda las hojas ya nos dicen algo de ese mundo mudo que muda para ser maravilloso ...exquisitos versos repletos de ambos con armonia de la estación cambiante en el alma ..., mis saludos ,atentamente . jr.
ResponderEliminarHola Elda, tu lo has dicho, un virus que nadie habla y son los de sin techo, personas que por alguna razón viven en las calles y en verano aun, pero cuando llega el frio da mucha pena verlos y mas en estos tiempos con lo que tenemos encima.
ResponderEliminarBesos.
Cuántas verdades hay en tu poema Elda, estamos viviendo una vida cada día peor... ¿Nos hemos olvidado de Dios? ¿ o es que Dios se ha olvidado de nosotros? ya verás como se vive con locura estas fiestas y después que pasen, habran muchos más contagios.
ResponderEliminarQue la strella de Belén, te traiga mucho amor y felicidad, te envío un abrazo de luz.
Apreciada Elda
ResponderEliminarMe temo que ese es un poema que la cala los huesos a toda esa gente desplazada, sin hogar, que ruegan ser admitidos en algunas fronteras, cuyo presente y futuro están embolatados.
Eres genial, con una sensibilidad enorme; tu poema es un reflejo de tus valores. Aunque todos conozcamos las causas y los efectos causados por ese virus de la indiferencia e inhumanidad; no siempre logramos llegar en auxilio de quienes más lo necesiten.
En estas navidades, deberíamos recordar que estamos en este mundo para alguien más que para nosotros mismos.
Mil gracias por inducirme a la reflexión. Te envío un paquetito lleno de amor, empatía, fortaleza, paz y mis mejores deseos para ti y tu familia.
Felices fiestas.
Cuanto de acierto hay en tus versos Elda, ese virus del que escapamos todos y nos hace insensibles
ResponderEliminarBesos
Puri
ResponderEliminar“Sí,
muchos solo podrán ver
las estrellas al raso,
mientras el frío cala sus hues”
Olá. Elda!
Pensei em falar sobre a beleza deste seu inspirado poema, mas me dei conta que melhor seria iniciá-lo com a estrofe que transcrevi acima. Parabéns!
Meus votos de Feliz Natal e de ótimo Ano Novo, com boas realizações, muita saúde e paz para toda a família.
Uma ótima semana, Elda.
Beijo.
Cada amanecer vamos construyendo esta Navidad, ese sonar de campanas que son los latidos de amor en los corazones.viviendo la magia de la vida.
ResponderEliminarQue disfrutes de estas fechas navideñas.
Felices fiestas amiga, con todos mis mejores deseos para ti y los tuyos.
Feliz Navidad
Que forma tan bonita de remover conciencias, sobre tanto necesitado que hay en el mundo, y de los que solo nos acordamos cuando llegan estas fiestas. Ojalá que ese espíritu navideño del que tanto se habla, durara todo el año, que falta hace.
ResponderEliminarTe deseo a ti y a los tuyos, mucha salud y una feliz Navidad.
Un abrazo, amiga Elda.
Mil gracias por vuestros comentarios cada uno de ellos y todos, tan hermosos con los que he disfrutado leyendo.
ResponderEliminarMi cariño y deseo que paséis una bonita Navidad con vuestros familiares y amigos.
Abrazos...27
A pesar de sentir a veces ese agobio tenaz que nos deja esta secuela y no con su verdad de presagios no buenos , viendo lo que sucede por alrededor del mundo que está muy convulsionado , se podría dejar sentir la pesadez de la vida...pero en la natura muchas veces reencontramos aliento de vivencias nuevas y sobretodo no perder la fe y esperanza en el amor de Dios.
ResponderEliminarAbrazos.
Elda...
ResponderEliminarUn fuerte aplauso por este poema tan cierto y real.
Me quedo con el... un virus del que nadie habla...
Inmensas razones tienes. Cuantas verdades escribes, Dios mío.
Un abrazo de buenas noches.