Como nota de violín lejano,
el eco de un suspiro
suena en mi oído.
Es un eco que conozco
y pocas veces he oído,
pero entra en mi corazón
arrancándome más suspiros.
¡Ay amor!, no sé si es amor…
pero eres como aroma de una flor
que embriaga mis sentidos, y
brillas en mis pestañas
deslumbrando mi camino.
No sé de donde vengo,
ni donde voy,
solo sé que me envuelves
en el candor que te imagino.
¡Ay amor!, no sé si es amor…
¿Por qué tienes preso mi corazón,
donde siento alegre mi tristeza,
y triste mi alegría en desazón?.
Y si no es amor, ¿qué es?,
si estoy suspirando el eco de un suspiro,
que llegó como nota de violín
endulzando melosamente mi oído?…
Elda,se trata de esos momentos tontos que todos tenemos alguna vez a lo largo del día.Creemos oír música y puede que sea verdad que la oímos.Habrá que hacerle más caso la próxima vez.Algunos lo llaman melancolía...otros nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es el alma que te trae la música,está dentro tuyo preciosa, como los aromas de flores que nos llevan al pasado y nos arrancan suspiros, son las ansias , los anhelos que nos hacen sentir así, que estamos vivos, que seguimos necesitando del amor para seguir. Tu estas rebosante madrileña preciosa, mil abrazos, me encanta pasar a leerte.Lyliam.
ResponderEliminarSi Jero, habrá que hacerle caso, pero resulta que cuando se atiende, el sonido se aleja y el oído se queda sordo. Seguramente es lo que tu bien dices: Nostálgia o melancolía.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo, por gastar un ratito de tu tiempo.
Un fuerte abrazo.
Gracias Lily, y a mi me encanta que pases por aquí, y cuando entro encontrarme con esos comentarios tan cariñosos de tu bella persona.
ResponderEliminarBesos amiga.