El cielo abre su color
entre copos de nubes
níveas y grises
que florecen en un azul intenso,
bajo los rayos del sol.
El aire tiene aroma de primavera,
mientras paseo emocionada
en una mañana clara y ligera.
Me emociona este paseo
con un halo de nostalgia.
Un recuerdo de la niñez
al recorrer el lugar donde me crie
y observar mi antigua casa
todavía en pie.
La única que se mantiene
de aquella entrañable época.
La he visto preciosa,
pequeña,
como una mariposa
cuando revolotea
libando en su trozo de tierra.
He retrocedido en el tiempo,
y encontré a la niña feliz
jugando en esa calle,
que ahora, y como otras veces,
vislumbro con atención
los cambios producido en el tiempo,
y me inunda una dulce melancolía
que me produce
un suspiro de emoción.
Sigo caminando
el Paseo de la Dirección,
¡mi querido barrio!
muy cercano al actual,
mientras termino de contemplar
una amplia vista
que se veía desde mi balcón:
un horizonte ondulado
por la sierra de Guadarrama,
¡Madrid!
y el pecho se me ensancha de aire puro
al aspirar el ambiente donde crecí.
Recordando la infancia, la patria dónde se aprende todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí Alfred, se aprendía y se socializaba mucho con los vecinos en aquellas calurosas noches de verano con las sillas en las puerta de quienes vivían en las casitas más bajas, tan entrañable desde la perspectiva de hoy, tan distinto.
EliminarUn agrazo y gracias.
Entrañable paseo por las veredas del recuerdo que despiertan la emoción de aquella niñez... ¡Ayer, sin ir más lejos! En este caso, real, pues ese círculo negro sobre la ventana, vislumbra la niña aquella de las trenzas largas y la sonrisa a flor de piel.
ResponderEliminarGran abrazo Elda.
Pues sí, siempre que paso por allí que es con frecuencia, es inevitable recordar. Lo único que la casa está remozada, y en vez de esos cerramientos blancos, eran balcones de forja que le daban otro aspecto más bonito.
EliminarMuchas gracias Ernesto por tu hermoso comentario.
Un abrazo.
Cada persona lleva impreso, en su corazón, los recuerdos de su infancia.
ResponderEliminarLas raíces de nuestro pasado se afianzan bien y el tiempo es incapaz de soltar el lastre que nos encadena de por vida a nuestra tierra.
Pese a los años que llevo viviendo en Castilla, que son muchos más que los vividos en la tierra que me vio nacer, sigo añorando mi mar, mi paisaje norteño y los tiempos felices de mi niñez.
Tus recuerdos te han inspirado un precioso poema.
Cariños.
Kasioles
Sí, los recuerdos de la infancia son inevitables porque son la raíz por donde hemos absorbido todo el alimento para el cuerpo y el alma, y la época más feliz
Eliminara pesar de las deficiencias económicas que pudieran tener las familias.
Un abrazo y muchas gracias Kasioles.
Qué hermoso lugar nos has descrito poéticamente Elda, llevada de ese halo de nostalgia que te abraza y retornando a la pisada huella, en la que tan feliz la nombras y asías con placer por un instante con toda esa fuerza que da la bien proyectaba inquietud de tu alma. Gracias por dejarnos llegar a tu ensueño.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias a ti Dionisio por la amabilidad de tus palabras siempre tan atentas a lo que escribo.
EliminarUn abrazo.
Hola Elda. Pasear llenándose de recuerdos es como una terapia, tus poemas son terapia para los sentidos. Si llevas tu infancia contigo, nunca envejecerás.
ResponderEliminarUn abrazo..
Creo que sería malo dejar la niñez a un lado, al fin y al cabo sin proponerlo la llevamos dentro y florece de vez en cuando porque tiene unas buenas raíces, y si se llega a la senectud, florece más todavía, :))).
EliminarMuchas gracias Llorenç, siempre un placer tu paso.
Un abrazo.
Genial, Elda. Esto sí que es un trocito de recuerdos personales sin lugar a dudas. Pero como siempre lo has expresado con dulzura y enredando los versos como tú solo sabes hacerlo. Conozco muy de cerca la zona de la que hablas y como otras tantas en Madrid aún quedan algunas casitas con miles de historias en su interior. Bonito y alegre recuerdo de la infancia.
ResponderEliminarUn gran abrazo y feliz semana.
Muchas gracias Miguel por tu encantador comentario.
EliminarNo sé porqué me daba a mi que tenías que conocer esta zona norte, quizás por alguna alusión tuya en algún comentario. Y si que es cierto que todavía quedan casitas por algunos lugares que te provocan pensar cosas entrañables de otras épocas.
Un placer siempre tu paso.
Muchas gracias y un abrazo.
Hola Elda, una vuelta al pasado entre versos del recuerdo. Nostalgia, añoranza y emoción al regresar a tu niñez, esa casa, ese patio, esa casa.
ResponderEliminarTodo cambia, pero el sentimiento por las raíces sigue intacto.
Me gustó mucho, por un momento imaginé lo mismo, pero mi casa, mi calle, mi barrio y todo lo que los rodea.
Un abrazo.
Muchas gracias Rosa. Creo que es una sensación que en más o menos medida todo el mundo recuerda el barrio y la casa donde creció, a no ser una persona que rompa con el pasado, pero creo que es imposible.
EliminarUn abrazo.
Preciosa inspiración poética que refleja nostalgia, amor, cariño... aquel barrio que te vio nacer y crecer. El tiempo transcurrido, es dueño de tus pensamientos y solo tú puedes recordar y soñar esa preciosa etapa de juventud. Disfrútala que bien merece la pena.
ResponderEliminarUn día, me paso lo que, a ti, regresé al barrio donde me crie y nací, quería hacer unas fotos de la casa y ese día por desgracia acababan de derribarla, me quedó todo el día un mal sabor de boca y una gran tristeza me embargo.
Un fuerte abrazo amiga Elda.
Ay que lástima!, no me extraña Juan que te quedara esa sensación. Con las remodelaciones urbanísticas se rompe físicamente un pasado existente, menos mal que todo queda en el recuerdo.
EliminarMuchas gracias por tu lectura y comentario que siempre es un placer leerlo.
Un abrazo.
Que emoción volver a los lugares donde nos criamos. Imagino que tu corazón debía latir a mil al estar de nuevo en las calles que te vieron crecer.
ResponderEliminarHermosa la fotografía y ese cielo diáfano es un verso más aplicado a tu poema.
Un abrazo.
Bueno es un paseo que hago por allí de vez en cuando porque queda bastante cerca de donde vivo actualmente, y aunque el aspecto ya no es el mismo porque todas las casas bajitas han desaparecido, me encanta verlo.
EliminarMuchas gracias María Rosa. Un abrazo.
A mi me encanta recordar.
ResponderEliminarUna nostalgia muy dulce del pasado.
Hasta hace unos años, todavía existía la casa donde nací y donde pasé los primeros años de mi infancia. No sabes cómo me emocionaba al verla.
Un fuerte abrazo.
Sí Amalia, los recuerdos de la niñez emocionan. La tranquilidad de las calles era absoluta y los juegos infantiles lo inundaban todo.
EliminarMuchas gracias siempre.
Un cálido abrazo y buen domingo.
Volver al barrio de nuestra infancia es volver a vivirla, rememorando tiempos felices aunque fugaces. Solo el recuerdo perdura, pues casi todo ha cambiado. Pero mientras brille el sol, arriba, en el cielo, y dentro de nuestros corazones, todo seguirá igual.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto Josep, todo ha cambiado tanto... hasta la infancia de hoy no es lo mismo.
EliminarEsperemos que el sol nunca se nuble en nuestros corazones.
Un abrazo y buen domingo.
¡Hola, Elda!
ResponderEliminarMe ha fascinado tu blog. Una hermosa y deslumbrante poesía; una bella inspiración teniendo como fondo los dulces recuerdos de otros tiempos.
Salud; un abrazo.
Muchas gracias Rud por tu visita y las palabras amables que me dejas.
EliminarUn abrazo.
¡Cuánto extraño esos paseos frescos, dulces y vigorizantes!
ResponderEliminarYa me cuesta encontrar la paciencia ...
Realmente disfruté leyéndote, querida amiga: revisar el lugar donde éramos niños siempre es emocionante y reconfortante.
Días buenos y esperanzadores para nosotros, para los poetas y para todos. Abrazos
~~~~~~~~~~~~~~~~~
Muy agradecida por tus palabras Majo.
EliminarNo hay que dejar esos paseos, en ellos va implícito el ejercicio si el paso se acelera, siempre bueno para la mente y el cuerpo.
Un abrazo y gracias nuevamente.
yo tambieé camino aunque no se enrealidad cual es la diferencia entre pasear y caminar
ResponderEliminarMe gusta la palabra pasear es disfrutar de tu camino
Hola Mucha. Pues en realidad creo que pasear es recrearse en el camino, como bien dices tú, y caminar es andar más deprisa para hacer ejercicio.
EliminarMuchas gracias por tu lectura.
Un abrazo y a disfrutar el domingo.
Regresar al barrio que nos vio crecer y pasar frente a la casa que acuno desde nuestros primeros días hasta que tuvimos que emigrar para probar muestras alas es algo que todos en algùn momento hacemos.
ResponderEliminarMe gusto el poema y acompañarte en tu nostalgico apseo.
Saludos,un abrazo.
Me ha encantado tu compañía que te agradezco con cariño.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.