Cerca del cielo me encontraba en ese día,
nubes blancas de algodón con sabor a sal,
volaban distraídas.
Variedad de verdes coloreaban las montañas
y de tan bello paisaje yo, renacía.
Aspirando hondo me bebí todos los vientos,
me sentía ilusionada de tan especial momento.
Mis ojos volaban admirando,
era mío ese instante… todo lo que veía
quitármelo, no podría nadie.
Eran mis sensaciones, mías nada más.
Sentí una dulce emoción
y viendo tanta belleza, mi recuerdo fue para ti.
Mire por cuatro pupilas: las tuyas y las mías,
y estas imágenes adheridas a mi corazón
te las envié pensando el cielo,
para que con tus pinceles pintaras de colores
todo lo que estaba viendo.
En los montes de Chicá, volaron mis pensamientos.