Silencio en las pupilas,
tocan las campanas melodía de maitines.
Las avecillas madrugan con el alba
y se posan a picotear en la verde alfombra.
Mariposas invisibles revolotean
a la luz de la mañana
indiferentes a las bellas armonias.
Solamente unos ojos disfrutan la visión y,
el suspiro se eleva silente
recorriendo su figura blanca
inclinada levemente a cientos de miradas,
luciendo su bello estilo románico.
Es la hermosa dama de la Toscana
con su vestido perlado de Carrara.
Una ensoñación en la realidad visual
y un suspiro en el alma.
Volver a verte quisiera...
disfrutarte con más "calma",
aunque se me antoja un milagro
como la plaza donde estás enclavada.
¡Ah, que bello momento mientras te miraba!
blanca, esbelta, y esa inclinación afamada.
OI ELDA!
ResponderEliminarREALMENTE UM BELO MOMENTO, DESCRITO NUM TEXTO PRECIOSO.
ABRÇS
http://zilanicelia.blogspot.com.br/
Zilani, un placer tu comentario.
EliminarMuchas gracias por venir a leerme.
Un abrazo.
genial!
ResponderEliminarque bien lo has hilvanado
saludos
Me alegra mucho que así te haya parecido Omar.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Un bello recuerdo de una estancia en un lugar especial.
ResponderEliminarBesos.
Bellos recuerdos visuales los que me han quedado de este rodar por las preciosas ciudades de la Toscana.
EliminarMuchas gracias por tu lectura Alfred.
Un abrazo.
Bela dona num belo momento, parabéns pelo escrito, voltarei...
ResponderEliminarhttp://sensibilidadeanavegarcompoesias.blogspot.com.br/
Un placer tu visita Anjo, y muchas gracias por comentario.
EliminarVisitaré tu lugar...
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarUn poema precioso Elda, en honor a esos momentos inolvidables atrapados en nuestro corazón.
ResponderEliminarMe gusta la forma que le das a tus poemas. Querida Elda, que esos momentos nos den la fuerza para seguir en la brecha.
Que tengas un feliz domingo.
Besos dese Murcia.
Hola Carmen, un placer volver a encontrarte después de esta pequeña ausencia.
EliminarMuchas gracias por tu lectura siempre tan agradable.
Murcia ¡qué calor!, pero que bien se está en el Mar Menor, jajaja.
Besos.
Bello momento es el que regala tu guitarra en esta tarde de Julio a la orilla del río, aquel... Aquel que detenía, en parte, su fluir para no entorpecer aquello que, en su umbría, gemía al son de las cigarras en las tórridas tardes del verano, aquel... En que le conociste, a él...
ResponderEliminarUn abrazo, Elda.
PD: Hay que ver de lo que es capaz el son de una guitarra...
Cierto, hay que ver lo que puede hacer el escuchar el son de una guitarra, que has dejado un comentario muy poético, jajaja, aunque nada que ver conmigo, pues yo ahí no le conocí, jajaja.
EliminarMuchas gracias Ernesto, ha sido muy placentero leer tus palabras.
Un abrazo.
Pisa y la dama de la Toscana, no las conozco, pero por tu poesía la imagino tan bella como el poema que la nombra.Gracias por deleitarnos con tus versos.
ResponderEliminarmariarosa
¡Qué ganas tenía yo de conocer toda esa parte de Italia! y si me descuido un poco, tengo que ir con garrota, jajaja.
EliminarMuchas gracias por venir a leerme María Rosa. A ver si me pongo al día.
Un beso.
Hola Elda.. Como describes momentos sencillos, momentos que se convierten en únicos, momentos que elevan el sentir y el espíritu.. que bonito imaginar la preciosa dama de la Toscana con su vestido blanco inmaculado de carrara..
ResponderEliminarYa veo que has estado por Italia, la vieja y monumental historia te ha impregnado, seguro que ha sido maravilloso..
Un abrazo..
Así es. Tenía muchas ganas de ir pues solo conocía Roma, y no había forma de conseguirlo ya que todas mis amistades ya habían hecho ese viaje, menos mal que un matrimonio muy amigos, lo quisieron repetir...
EliminarDe cualquier forma ya sabes mi opinión, menos y mejor.
Muchas gracias por tu comentario Llorenç.
Un abrazo.
Hay imágenes que nunca se olvidan, especialmente de aquello que nos conmueve o simplemente nos llama la atención. En este caso, una perfección arquitectónica, majestuosa y a la vez con una "minusvalía" que la hace todavía más valiosa.
ResponderEliminarY cuando uno rememora una de esas imágenes y escribe sobre ellas, surgen poemas tan bellos como este.
Un abrazo.
Sí, la verdad es que me impresionó su blancura, aunque es una imagen muy conocida por fotos, pero para disfrutar de paisaje visual y digamos único, Venecia.
EliminarMuchas gracias Josep por tu lectura.
Siempre un placer, un abrazo.
Olá, Elda
ResponderEliminarQue bem descreves a bela dama da Toscana, em lindos e harmoniosos versos!
Estive lá, em Pisa, no mesmo ano em que estive em Florença, e para mim foi um passeio inolvidável, até porque fui acompanhada do meu falecido e nunca esquecido marido, o que nunca mais poderei voltar a fazer... :((((
A Itália é um País deveras encantador, que vale a pena visitar. Eu adorei!
Obrigada pelas tuas palavras de carinho na minha "CASA".
Votos de uma semana muito feliz.
Beijinhos
MARIAZITA / A CASA DA MARIQUINHAS
Yo también estuve en esta ocasión en Florencia, bella ciudad, pero no tuve la suerte de que me acompañara mi marido por la misma circunstancia.
EliminarBella Italia, pero si no conoces España, te diré que es una maravilla por cualquier lado que la mires, también.
Muchas gracias por tu comentario que he leído con mucho agrado.
Besos y feliz semana para ti también.
Todo en vos es bello
ResponderEliminarjamás te ofendes o enojas con tus letras
me maravillas poeta
Linda descripción nos dejas Elda, de ese monumento de la Toscana (Torre de Pisa), en un reverencial campanil inclinado…, al que tantos visitantes en romántico virtuosismo, están intentando sujetar (enderezar) con su mano mientras la cámara dispara para inmortalizar tal singular hazaña…
EliminarUn abrazo
Así es Dionisio, yo también intente que me hicieran la famosa foto, pero no supieron conseguirlo, con lo cual quedé empujando el aire, jajaja.
EliminarMuchas gracias por tu visita y lectura.
Un abrazo.
Intento e intento entrar en tu blog y no puedo, seguiré...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarComo esa torre a la que cantas
ResponderEliminartodos somos milagros...
Luz y Vida
Isaac
Muy buen pensamiento que comparto.
EliminarMuchas gracias por tu lectura.
Un abrazo.
Muchas gracias RECOMENZAR por tus amables palabras.
ResponderEliminarNo he podido responderte donde correspondía y no sé por qué.
Un abrazo bella dama.
La torre de Pisa se inclina para saludar a los visitantes haciendo una reverencia. Bellos recuerdods nos traes de Italia.
ResponderEliminarFeliz verano,
Antonio.
Hola Antonio, muchas gracias por pasar a leer estas letrillas al campanile más singular.
EliminarUn abrazote.