Se abrieron las puertas de la cárcel donde había estado recluido cuarenta y cinco años. El espacio le pareció inmenso, el aire tan limpió que no podía respirar; miró a un lado y a otro, se sintió perdido, agobiado, sus piernas flaqueaban dejándole de rodillas en aquel lugar que durante tantos años había ansiado pisar y sentirse libre, pero ya era tarde, quería su pequeña ciudad detrás de los muros donde se sentía a salvo. Volvió sobre sus pasos y aporreó la puerta para que le devolvieran sus cadenas...
Es lógico que después de cuarenta y cinco años en la cárcel ya no recordaa lo que es la libertad.
ResponderEliminarMe gustó.
maiarosa
Muchas gracias por tu lectura M. Rosa.
EliminarUn abrazo.
Qué triste! Cuando por fin recobra a libertad, ésta le parece inasumible. Demasiados años encerrado que ha perdido el deseo de ser libre en un mundo que ya se le antoja extraño.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un abrazo.
P.D.- ¿Escribiste alguna vez algo parecido? Me ha resultado ligeramente familiar.
Creo que es bastante comprensible contando con que la persona ya sea mayor.
EliminarNo te equivocas, escribí otros dos porque fue un reto en la página donde participo sobre la libertad en un micro relato. El otro lo dejé en el blog que tengo cerrado, y este lo encontré con un comentario que me había hecho una compañera que es abogada criminalista, también del foro al que me refiero, y parece que le gustó mucho porque decía que casos de estos, ella había visto en su trabajo, y se había emocionado bastante al leerlo…
Me alegro que hayas recordado el detalle, eso es que lees con atención, o que tienes una memoria privilegiada, jajaja, que por otra parte, no dudo.
Muchas gracias Josep.
Un abrazo.
Me entretuve en mirar el enlace que pusiste, por qué si a mi no me gustan las chancletas, aunque tenga unas, pero las considero incomodas y no entiendo a la gente que las lleva todo el día por la ciudad, enseñando la mayoría de veces unos pies sucios, pues simplemente porque lo propusiste tú :)
ResponderEliminarEse comportamiento de querer volver al presidio por no saber adaptarse a la libertad es una realidad dada en muchos casos. Una persona encerrada durante tanto tiempo, es un inadaptado total para poder vivir fuera de los barrotes, de sus rutinas diarias. Un pájaro que se escapa de la jaula, difícilmente sobrevive.
Hace reflexionar para que sirven las cárceles, aparte de quitarnos la gente molesta en el entorno ciudadano.
Besos.
Hola Alfred, pues vaya propaganda que haces de las chanclas, muchos como tú, y mi hija no despega en esta aventura, jajaja.
EliminarLas usarás por lo menos para ir a la playa, porque no creo que vayas con zapatos de cordones y calcetines, jajajaja. Perdona solo es una broma.
Muchas gracias por tu comentario con el que estoy de acuerdo.
Un abrazo.
Una vez puesto, imagine que era algo que mejor hubiera sido callarse :)
EliminarPor supuesto que las he usado para ir a la playa, pero soy algo cascarrabias con el aspecto de cierta gente por una ciudad invadida por el turismo en todo tiempo.
Un abrazo y disculpa.
Jajaja, ¡qué no hombre!, me hizo mucha gracia tu respuesta, y te diré que yo también me fijo en los pies cuando los llevan al aire, y hay algunos talones para que los tengan en remojo una semana, jajaja.
EliminarPues nada, si ya tienes viejas las chanclas, entras en la página y te compras unas, y te las llevan a casa.
Un abrazo Alfred.
Alegoria acertada de lo que es el ser humano, en una cierta mayoría, que ante la "incertidumbre" de un futuro distinto, generalmente mejor, prefiere el "más vale malo conocido que bueno por conocer".
ResponderEliminarY esto no sólo llevado al aspecto material de las cosas. Sino al del crecimiento interior.
Un abrazo, Elda.
Hola Ernesto. No lo escribí como alegoría sino como caso real aunque no conozco ninguno, pero poniéndome en su lugar, me habría pasado sinceramente lo mismo, contando con una edad avanzada donde ya todo se ha perdido y nadie te espera, ¿no crees?
EliminarMuchas gracias por tu lectura y opinión tan valida como alegoría, aunque yo soy más de… más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer, porque antes de conocerlo, no sabes como va a ser… jajaja, esa soy yo ¿verdad?.
Un abrazo y buen día.
Elda,
ResponderEliminarGostei muito de seu conto “Libertad”, que mostra que sem sempre estar livre significa segurança, para esta ou aquela pessoa. O prisioneiro transformou a prisão no seu lar.
Abraços.
Así es Pedro, la libertad no da la seguridad en muchas ocasiones.
EliminarEncantada de tu lectura y comentario.
Muchas gracias y un abrazo.
Madre mía Elda, me proyecto en ese escenario, y haría lo mismo, pienso.
ResponderEliminarUn placer leerte, muy buen micro.
De paso te informo de que Rodar y Volar, mi blog, no actualiza las entradas, ha quedado estancado, he hecho de todo sin éxito de momento.
Te invito si te apetece a visitar el blog donde estoy publicando ahora.
http://eldiariodeunamujer48.blogspot.com.es/
Me llevo tu blog al nuevo para no perderme ningún escrito.
Besos y gracias.
Totalmente de acuerdo contigo, yo es lo que pienso, para que se quiere una libertad después de tantos años si en ella no vas a encontrar nada, ni siquiera lo que se ha dejado dentro de los muros.
EliminarMuchas gracias por dejarme el enlace, tomo nota para seguir visitándote.
Un beso y muchas gracias por leerme y comentar.
Hola Elda, ahora comprendo porque me dices lo del lio de los blog, EL blog es este https://factoriapoetica.blogspot.com.es/ es en el que estoy editando ahora, antes editaba en Rodar y Volar, pero como te comenté, está estancado, no actualiza las entradas. En factoría Poética es donde voy a editar por un tiempo largo... El enlace que te dejé en el anterior comentario no es mio, seguramente al incluir en mi blog el diario de una mujer, se quedo pegado el enlace y de ahí viene el error. Gracias por tu visita Elda.
EliminarQue tengas un feliz miércoles. Abrazossss!
Estoy aquí otra vez, se me olvidaba decirte que en factoría poética no tengo los comentarios de goggle+...Besos
EliminarGracias Carmen, todo arreglado.
EliminarUn beso.
No es ninguna exageración.
ResponderEliminarA gente que ha estado mucho tiempo en la cárcel les cuesta adaptarse fuera y alguno ha vuelto con la intención de quedarse pero claro... no puede ser.
Saludos.
Así es Toro, no creo que sea ninguna exageración, sobre todo si la persona ya es mayor.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
OI ELDA!
ResponderEliminarPRIMEIRA VEZ AQUI E JÁ TE SIGO.
LINDO ISSO E CREIO SER BEM POSSÍVEL QUE ALGUÉM QUE TENHA POR MUITOS ANOS SIDO PRIVADO DA LIBERDADE DE IR E VIR, AO SE VER SOLTO, NÃO SAIBA O QUE FAZER COM TODAS AS POSSIBILIDADES QUE DE REPENTE SE APRESENTAM A SUA FRENTE.
ABRÇS
http://zilanicelia.blogspot.com.br/
Sí, yo también creo que es muy posible.
EliminarMuchas gracias por llegarte hasta aquí. Ha sido muy placentera tu visita.
Un abrazo Zilani.
Hola Elda.. Fíjate, me ha recordado a los 27 años que estuvo en prisión Nelson Mandela. Aunque las circunstancias son distintas, el fue un luchador por las libertades y por la igualdad humana, y supongo que eso es una buena motivación, para amar la vida y luchar por ella, lo otro es un poco cobarde, aunque sea disculpable, porque allí dentro, no creo que te enseñes a vivir, mas bien a morir en vida..
ResponderEliminarHoy me estado leyendo estos magníficos versos que te dedican, y me dan envidia, un poco de tristeza, por no ser capaz de escribirte uno, y eso que me motivas y te lo mereces, algo tendré que inventar para estar en tus gadgets..jeje.. Bueno no me comprometo, porque ya te conozco y eres capaz de meterme en algún compromiso, eso si.. siempre encantado..
Un abrazo..
Jajaja, anda anda, claro que eres capaz, si yo he podido, te aseguro que puede cualquiera, imagina tú que tienes tanta labia.
EliminarEl caso de Mandela es diferente, mi protagonista es un pobre hombre ya casi anciano, sin familia ni donde ir. Yo me he puesto en su lugar y querría quedarme con mis compis en la cárcel, jajaja.
Muchas gracias por tu lectura y tu agradable comentario.
Un abrazote, y todavía espero un versillo, que no hace falta un poema, jajaja. Comprometido estás, sino haber callado, jajajaja.
Olá, Elda
ResponderEliminarVim ao teu espaço porque Carmen Silza me disse que agora estava publicando aqui...
Afinal... a publicação que encontrei não é dela... mas o que interessa é que é um excelente micro-conto.
As pessoas que vivem por longos períodos aprisionadas, seja de que tipo for essa prisão, ao recuperarem a liberdade muitas vezes não sabem o que fazer com ela. Desabituaram-se de ser livres, e preferem voltar a usar grilhetas.
É por isso que há tantos casais que, depois de viverem uma vida completamente dependentes um do outro, quando um morre...o outro pouco mais tempo lhe sobrevive. Estão ambos aprisionados, e não podem viver sem ser em prisão.
Gostei muito do teu mini-conto.
E gostava muito que fosses conhecer o meu blog.
Deixo um grande abraço e carinhos para Carmen, e também para ti.
Votos de uma semana muito feliz.
Beijinhos
MARIAZITA / A CASA DA MARIQUINHAS
Así es Mariazita, y se puede aplicar a cualquier tipo de libertad, y es muy real la que tu comentas, hasta que uno se acostumbra.
EliminarMuchas gracias por tu visita, ha sido un placer.
Un abrazo.
A veces cierta libertad " pesa" . Y la gente necesita de ciertas rutinas, no qye la encadenen sino sentirse dirigidos.
ResponderEliminarBesos. Buena reflexiòn.
Que tengas un buen finde Elda.
Muchas gracias Amapola por tu lectura y opinión.
EliminarUn beso y buen fin de semana para ti también.
al igual que muchos presos en las mazmorras de la Guyana Francesa, jamás quisieron irse
ResponderEliminarmuy buen relato, saludos
Es lógico cuando ya fuera después de tantos años, no les queda nada.
EliminarGracias Omar, un placer y un abrazo.
Hola Elda , uufff si es normal casi toda una vida allí dentro y saldría perdido, profundo y bueno amiga me encantó, ... Esta mañana colgué tu poesía pero tuve que salir prontito estoy llegando y mil gracias otra vez un beso grande
ResponderEliminarOpino lo mismo, la vida se tiene que hacer muy difícil después de tantos años...
EliminarGracias a ti Beatriz por ese detalle, es un honor que lo hayas puesto en tu blog.
Un abrazo.
Elda querida, la libertad es un bien que cuesta de gestionar adecuadamente cuando no se está acostumbrado a ella y pesa mucho si durante mucho tiempo sólo la hemos vislumbrado desde lejos.
ResponderEliminarMagnífico micro que nos hace reflexionar sobre la vida y la libertad.
Besos libres y cariñosos.
Hola Candela, así mismo creo yo, desgraciadamente debe de haber algún caso que otro de esta forma literal.
EliminarMuchas gracias por venir a leerme.
Un beso.
Lo que en un principio debió de ser un suplicio se termino haciendo su hogar, sin importarlo lo que había detrás, y dándose cuenta que nada se perdía entre esas cuatro paredes, entiendo su proceder, yo a veces pienso que nada hay fuera de las cuatro paredes de mi casa, y aunque no es lo mismo… Yo se que la vida se siente dentro de cada uno, muchas veces no importa el lugar. Me ha gustado tu entrada. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias Lola. Yo también pienso que es muy lógico el sentimiento del protagonista, sobre todo si es una persona mayor que fuera lo ha perdido todo,
Eliminary de acuerdo con lo que expones tú... hay veces que las cuatro paredes de casa, son el refugio perfecto.
Un abrazo y gracias por tu lectura, opinión.
Elda, ótimo texto. Penso que o ser humano se adapta as situações, e depois de 40 anos de reclusão este já é o ambiente dele,não quer mais saber de novas adaptações, teria que sair de sua zona de conforto que foi durante esses 40 anos a cela.
ResponderEliminarbeijinhos, Léah
Así es Léah, los años mandan en esta ocasión, y la vida se adapta a cualquier circunstancias como muy bien dices.
EliminarMuchas gracias por venir y dejar tu comentario.
Un beso.
Cuando a un ave la tenés por mucho tiempo encerrada. Si olvidas abierta la jaula es muy probable que no se escape.A tu personaje le pasó lo mismo.
ResponderEliminarMuy buen ejemplo Claudio, de aves se algún ejemplo como tu lo cuentas.
EliminarMuchas gracias por venir a leerme.
Un abrazo.
Después de tanto tiempo encerrado se le olvidó volar en basto universo.
ResponderEliminarCortar la libertad es cortar las alas del alma.
Muy buen relato y moraleja.
Gracias Elda, un abrazo.
Ambar
Muchas gracias a ti Ambar por venir a leerme y comentar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dicen que el hombre es un animal de costumbres.
ResponderEliminarTantos años, representan una vida entera para muchos, por dura que sea, el ser humano tiene el poder de adaptarse a ella.
¿Qué me ha pasado a mí? Tanto tiempo a su lado y cuando todo acabó... Más de una vez me he sentido perdida sin saber que camino tomar.
Me quedo un ratito más escuchando la bonita música que tienes de fondo.
Cariños en abrazos.
kasioles
Olá, Elda.
ResponderEliminarRecomeçar é difícil, ainda que em liberdade.
Há muitos cárceres, mesmo cá fora, em vidas que parecem livres.
um abraço amigo
Elda, interesante tu relato, nos haces pensar.
ResponderEliminarUn saludo.