
Mis pensamientos,
quedan sin versos que te busquen.
Fatigada estoy de cantar letra tras letra
a ver si llegas.
El camino donde veía tu figura latente
se diluye en una noche oscura,
entre tú y yo se extiende la lejanía.
Tu voz de cristal,
se quiebra tras la estrella
que en aquel tiempo relucía.
Se instala el silencio en nuestros verbos,
y mis ganas de escribir
se apagan como pabilo al viento,
pues tu eras para mi
la inspiración de cada día.
Al no escuchar tu canto
cariñoso y zalamero,
mi tinta secará,
y mis pobres letras callarán para siempre
por los renglones del silencio,
donde los sueños despiertan
y los latidos duermen…
Retener la ensoñación quisiera
y en un abrazo no soltarte,
para que me sigas regalando
la inspiración de tu lisonjero arte.
ع
Retener la ensoñación quisiera
y en un abrazo no soltarte,
para que me sigas regalando
la inspiración de tu lisonjero arte.
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