Un momento a solas.
El silencio del entorno
es roto por los helicópteros
qué vigilan los montes
tupidos de robles,
en este tiempo donde España arde.
es roto por los helicópteros
qué vigilan los montes
tupidos de robles,
en este tiempo donde España arde.
Tranquila observo el color del cielo,
todavía azul.
A ratos la mirada inconsciente
viaja, pero no se dónde...
En esta evasión,
noto los ojos pesados
acompañados por un dulce sopor.
¡No, a estás horas de medio día, no!
me digo sin palabras.
Y salgo de la galería, allí,
donde nacen los recuerdos
de aquellos veranos
llenos de risas infantiles
que sonaban junto a la de los abuelos,
mis dos amores,
los que me dieron la luz del universo.
donde nacen los recuerdos
de aquellos veranos
llenos de risas infantiles
que sonaban junto a la de los abuelos,
mis dos amores,
los que me dieron la luz del universo.
Con este dulce recuerdo
me dirijo a la estancia
donde se cocinan cosas, buenas,
no cómo ahí fuera...
que el fuego avanza
prendido por gentes sin conciencia.
El azul del cielo y el sol
se van cubriendo de una neblina gris.
Huele a humo.
Las alarmas suenan.