Quedé desnuda de pensamientos
y vacía sentí que estaba.
Con la cabeza hueca
use la mirada con intensidad
y no sentí nada.
El paisaje ante mis ojos
no me habló,
se diluyó en la oquedad
desapareciendo.
Escuché una dulce melodía
y quería pensar si me emocionaba,
pero estaba de pensamientos vacía
y nada ocurrió, nada de nada.
Sentí un gran escalofrío
que me despertó de lo que soñaba.
Fui feliz, mis pensamientos
como siempre estaban ahí,
recordando, hablando sin voz,
enredando...
Pensé en lo bueno, en lo malo
y la satisfacción llegó a mí...
porque sin ellos,
¿qué se puede hacer
sí todas las emociones
nacen de un pensamiento?